El INEGI anunció que a partir de esta quincena (la primera de abril) actualizará las ponderaciones que utiliza en el INPC. Hasta el mes pasado utilizaba el patrón de gasto de los hogares de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) de 2008, mientras que las nuevas ponderaciones provendrán de la ENIGH de 2010. A pesar de que no habrá cambio de base, modificaciones a los genéricos o ampliaciones de cobertura y cotizaciones, la actualización tiene muchas implicaciones.
Resalta el poco tiempo (apenas dos años) que existe entre las ponderaciones nuevas y anteriores. El INPC se ha actualizado 6 veces desde su introducción en 1968, con un espacio de 8 a 15 años entre cada esfuerzo. Si bien se recomienda incorporar cambios en los patrones de gasto, en especial aquellos que provienen de la modernización, cambios en tecnología y hábitos de consumo, tampoco se debe cambiar cada rato, dado que lo que el índice quiere medir es el cambio en precios y no cambios en el consumo. Si se incorporan modificaciones continuas en la canasta de bienes y servicios, será difícil interpretar los cambios en el índice. ¿Hubo aumentos en precios o cambios en el patrón de consumo?
El INEGI dice que la recomendación del FMI es actualizar las ponderaciones cada 2 o 3 años, dependiendo de la magnitud de los cambios. Sin embargo, no es usual encontrar países que hagan cambios tan frecuentes. Un analista experto en el tema me ha comentado en varias ocasiones que no suman las ponderaciones y que ha encontrado varias inconsistencias en el índice. De ser cierto, es posible que los cambios sean más para corregir estas inconsistencias que cualquier otra cosa.
El cálculo de las ponderaciones no es fácil. No se puede tomar los resultados de la ENIGH sin suspicacia y siempre ha sido necesario modificar algunos de sus resultados. De entrada, el gasto total de los hogares que reporta el ENIGH es aproximadamente la mitad del consumo privado que reporta las cuentas nacionales. Cuando se levanta la información de diversas fuentes, se tiene que compaginar y eliminar inconsistencias. Por ejemplo, las aduanas registran más exportación de tequila que la producción total que reportan las empresas. La ENIGH dice que el consumo de vinos y licores representa 0.06% del consumo total de los hogares. Si fuera cierto, las exportaciones tendrían que ser mucho mayores y las importaciones menores.
El INEGI reconoce estas inconsistencias y por lo mismo, modifica las ponderaciones de muchos productos y servicios. Por ejemplo, los vinos y licores tienen una ponderación de 0.38% en el INPC; a la cerveza le otorgan 1.57% en vez de 0.18% que dice el ENIGH. Se reconoce que estaba sobreestimada la vivienda propia y el pago de electricidad, por lo que se realizaron cambios en su medición. Antes se calculaba la vivienda por sus costos, que incluía servicios de mantenimiento e impuestos, mientras que ahora se mide por el concepto de renta equivalente, que implica menos volatilidad comparado con el método anterior. El pago de electricidad se mide ahora contra recibo, mientras que antes se recababa la información vía pregunta directa al hogar.
Posiblemente una de las preguntas más importantes que surge del cambio es sí la inflación será ahora mayor o menor a consecuencia de los cambios. Por ley no se puede modificar las tasas de inflación ya reportadas, por lo que las nuevas ponderaciones aplican sólo hacia adelante y se incorporan mediante un proceso de encadenamiento. Sin embargo, se puede realizar un ejercicio hipotético aplicando las ponderaciones nuevas a los aumentos de precios en años anteriores.
En un ejercicio de esta naturaleza, el Departamento de Estudios Económicos de Banamex encontró que la inflación promedio de 4.11% de 2012 hubiera sido 3.82% si se hubieran aplicado las ponderaciones nuevas desde el año pasado. Esto es lógico ya que disminuyeron las ponderaciones de algunos bienes cuyos precios más aumentaron y aumentaron las de algunos servicios que menos incrementos tuvieron (como la telefonía móvil). Sin embargo, es imposible realizar un ejercicio consistente hacia adelante, ya que depende fundamentalmente de las proyecciones de aumentos de cada genérico. Por ejemplo, no tenemos por qué pensar que los precios de los servicios de telefonía móvil van a disminuir en 2013 como ocurrió en el pasado.
Los analistas de Banamex realizan continuamente ejercicios de proyecciones de precios. Su última estimación para 2013 es 3.72%. Al aplicar las ponderaciones anteriores a su ejercicio, encontraron prácticamente la misma tasa, lo que hace pensar que el cambio de ponderadores es neutral. No obstante, otra institución o analista podría realizar un cálculo similar con diferentes proyecciones de precios y encontrar resultados diferentes.
La tasa de inflación de esta quincena tendrá la influencia del cambio de ponderaciones, más el efecto de los aumentos en el transporte del D.F. y las variaciones estacionales típicas de los subsidios en las tarifas eléctricas. Será interesante…