El INEGI reportó que el Indicador de Servicios (IAI) creció 2.5% en abril respecto al mes anterior (en términos desestacionalizados), lo que da una tasa de 6.0% respecto al mismo mes del año anterior. En principio, esta es una noticia muy buena ya que las actividades terciarias crecieron 5.0% (tasa anual) en el primer trimestre del año. De los nueve sectores que se incluyen en el indicador, ocho mostraron variaciones positivas. Sólo los servicios de información en medios masivos señalaron una disminución.
De entrada llama la atención que la tasa de crecimiento del IAI es de 6.0%, siendo que siete sectores crecen por arriba del promedio y sólo dos por debajo. Obviamente tiene que ser cuestión de las ponderaciones que otorga el IAI a cada sector, por lo que puse los datos en una hoja de Excel con las ponderaciones respectivas y efectivamente, me da una tasa ponderada de 6.0%. Los dos sectores que crecieron por debajo del IAI total tienen una ponderación de 29.9%, mientras que los cuatro sectores que crecieron a una tasa de dos dígitos representan tan solo 20.9%.
Debemos recordar que el IAI no representa la totalidad de los servicios. El nombre formal del IAI es el “Índice Agregado de los Ingresos Obtenidos por la Prestación de los Servicios Privados No Financieros”, lo que sugiere que no abarca servicios públicos no financieros. El hacerlo representaría una complicación mayor, ya que no queda muy claro que los ingresos obtenidos por los servicios públicos pueden representar el valor agregado que se quiere medir en el PIB. De hecho, el comunicado de prensa aclara que no abarca el sector 93 de “actividades del gobierno y de organismos internacionales y extraterritoriales”. Tampoco incluye los servicios financieros, que serían el sector 52 de “servicios financieros y de seguros” y algunos otros sectores como el 55 (corporativos) y el 81 (otros).
Esto significa que el IAI realmente no es el equivalente a un indicador agregado total de servicios del país. Las actividades terciarias (servicios y comercio) significan 64.8% del PIB, mientras que los servicios (ya sin comercio) constituyen 49.6%. Los servicios incluidos en el IAI representan sólo 39.2% del PIB. Sin embargo, el problema realmente es mucho mayor. Mientras que las cuentas nacionales parten de 2003 como su año base, el IAI incorpora la información obtenida de los Censos Económicos 2004, que arroja una estructura económica distinta a la contenida en las cuentas nacionales. Esto implica que las ponderaciones de los sectores incluidas en el IAI son diferentes a las que se utilizan para el cálculo del PIB.
Por ejemplo, el sector 53 (servicios inmobiliarios y de alquiler) tiene una ponderación de 1.3% en el IAI, cuando representa el equivalente a 28.4% en las cuentas nacionales. El sector 51 (información en medios masivos) constituye 23.4% del IAI, pero tan sólo 7.1% en las cuentas nacionales. Por lo mismo, puse las ponderaciones equivalentes de las cuentas nacionales en mi hoja de Excel y volví a calcular la tasa de crecimiento: en vez de 6.0%, la tasa es 11.6%, casi lo doble.
Esto nos lleva no sólo a preguntar que si la tasa anual del 39.2% del PIB en abril fue 6.0% o 11.6%, pero también que si la medición de cada sector que abarca el IAI es confiable. Por ejemplo, a mí se me hace muy curioso que el único sector que tuvo un desempeño negativo en abril fue el de la información en medios masivos, justo en el primer mes de la campaña presidencial. Uno pensaría que los medios masivos son los ganadores del gasto público y el derroche que representa la campaña.
Es importante señalar que la medición de servicios es sumamente compleja y difícil. Hace tiempo atrás se decía que los servicios eran actividades encaminadas a la satisfacción de necesidades y cuyo producto no era material, por lo que no se podía almacenar o transportar. Se consideraba, también, que su producción y consumo son simultáneos, lo cual exige la participación del cliente. Sin embargo, no todas las actividades de servicios se ajustan a esa definición y, al mismo tiempo, el desarrollo de la economía y los adelantos tecnológicos modificaron las formas en que se prestan algunos y han generado otros nuevos. Su conceptualización está cambiando de manera constante y la relación de éstos y los demás sectores es cada vez más de interdependencia.
Por todo lo anterior, realmente resulta difícil interpretar la tasa de 6.0% que reporta el INEGI. Por lo menos alguna ponderación de algunas actividades de servicios aumentó 2.5% respecto al mes anterior y eso tiene que ser positivo.