Ya hemos comentado en varias ocasiones que la actividad econ贸mica est谩 en una fase de desaceleraci贸n peligrosa que empez贸 a mediados del a帽o pasado. Despu茅s de dos a帽os con crecimiento cerca al 4%, hemos experimentado tres trimestres consecutivos creciendo a la mitad. En el primer trimestre de este a帽o vimos un desempe帽o muy pobre de las exportaciones no petroleras (tradicionalmente nuestro principal motor de crecimiento), una reducci贸n significativa en el gasto p煤blico y un estancamiento en la construcci贸n. Al conocer las cifras del PIB de los primeros tres meses, tanto el gobierno como los analistas tuvieron que revisar a la baja sus expectativas de crecimiento para el a帽o. De una proyecci贸n inicial de 3.5%, ahora el consenso parece concentrarse alrededor de 3.0%.
Es muy temprano para saber con certeza cu谩l ser谩 el comportamiento del segundo trimestre, pues no solo falta casi un mes entero para concluir el periodo, sino que ni siquiera tenemos datos muy concretos del primero. Por ejemplo, la producci贸n industrial de abril se dar谩 a conocer hasta el martes de la pr贸xima semana y el IGAE (del mismo mes) dentro de tres semanas. Sin embargo, han surgido muchos comentarios anecd贸ticos que sugieren que abril fue mal mes y que las cosas no mejoraron mucho en mayo.
Hasta ahora tenemos las cifras de la balanza comercial de abril que se帽alan tasas negativas para las importaciones y exportaciones no petroleras. Las primeras reflejan la actividad econ贸mica interna del pa铆s, mientras que las segundas representan nuestro motor de crecimiento. Las cifras del ANTAD (cuya cobertura es alrededor del 30% de las ventas al por menor del INEGI) para el mismo mes se帽alan ventas reales menores en abril de 2013 respecto al mismo mes de 2012, fen贸meno que no se hab铆a reportado para ning煤n mes en los 煤ltimos 10 a帽os (ni siquiera en los peores meses de la gran recesi贸n de 2008-2009). Pocos datos, pero que nos adelantan que abril no fue buen mes.
Para mayo la informaci贸n es todav铆a m谩s escasa, pero igual no pinta bien. El Indicador IMEF Manufacturero registr贸 un nivel de 48.3, por debajo del umbral de 50 puntos y el nivel m谩s bajo desde junio de 2009 cuando empez贸 la recuperaci贸n. Su ca铆da es resultado de bajas significativas en los sub铆ndices de nuevos pedidos, producci贸n y empleo. Este indicador nos adelanta el comportamiento de las actividades secundarias, que tienen una elevada correlaci贸n con las exportaciones no petroleras. Si tomamos en cuenta que el ISM Manufacturero de Estados Unidos tambi茅n disminuy贸 a un nivel por debajo de los 50 puntos en mayo, queda claro que todav铆a no hay se帽ales de una reactivaci贸n en nuestro principal motor de crecimiento.
Tambi茅n se dio a conocer el Indicador IMEF No Manufacturero para mayo, el cual report贸 un nivel de 50.7, que significa una disminuci贸n por octavo mes consecutivo. Este indicador, que refleja la marcha de las actividades terciarias (comercio y servicios), presenta una desaceleraci贸n continua en la medida en que pierde fuerza nuestro motor de crecimiento. Sin el empuje de las exportaciones no petroleras, con la ausencia de dinamismo en el gasto p煤blico y con el estancamiento de la construcci贸n, la econom铆a interna sigue perdiendo fuerza.
Ante todo esto, el INEGI report贸 que el 脥ndice de Confianza del Consumidor cay贸 0.55% en mayo, como consecuencia de disminuciones mensuales en los cinco componentes que lo integran. No solo es el cuarto mes consecutivo con baja, sino que se encuentra en niveles sustancialmente por debajo del promedio que se observaba antes de la gran recesi贸n. Aqu铆 es muy posible que el consumidor medio ha resentido el incremento generalizado en los precios de los alimentos, que representa la parte m谩s significativa y visible de su consumo. Tambi茅n ciertos segmentos de la sociedad que complementan sus ingresos mediante env铆os de sus parientes en el exterior, han sentido las disminuciones en las remesas que se han reportado a lo largo de los 煤ltimos 10 meses.
Habr铆a que admitir que las malas noticias son todas de corto plazo y en principio no ha cambiado la perspectiva de una mejora a partir de la segunda mitad del a帽o. Los analistas anticipan un avance positivo en los indicadores econ贸micos de Estados Unidos y aqu铆 deber铆amos observar una reactivaci贸n del gasto p煤blico en estos meses. Sin embargo, si el crecimiento del segundo trimestre no supera el del primero, dif铆cilmente llegaremos a una tasa de 3% este a帽o. Por lo pronto ya es casi un hecho de que el primer a帽o de este sexenio ser谩 de un crecimiento menor al del primero del sexenio anterior (3.26%).