La 煤ltima pieza que nos dieron para armar el rompecabezas de la actividad econ贸mica de 2013 fue la producci贸n industrial de junio.聽 Sorprendi贸 a la baja con una tasa de -2.4 por ciento anual, ya que el consenso anticipaba un incremento marginal de 0.1 por ciento. Parte de la ca铆da se explica mediante los efectos de calendario; junio de este a帽o tuvo un d铆a laboral menos que en el mismo mes del a帽o anterior (lo cual representa 10 por ciento de los d铆as). La misma serie corregida por este efecto se帽ala una disminuci贸n de -1.4 por ciento. Pero aun as铆, la serie ajustada por estacionalidad se帽ala una baja de -0.03 por ciento, mientras que la tendencia-ciclo registra once meses consecutivos con tasas negativas.
Con esta informaci贸n podemos armar el comportamiento de las actividades secundarias en el segundo trimestre del mes.聽 A primera vista, pareciera que hubo una mejor铆a, ya que la tasa anual del trimestre de 0.4 por ciento fue superior a la de -1.4 por ciento del trimestre anterior. Sin embargo, sabemos que hubo un sesgo negativo en el primer trimestre y uno positivo en el segundo por los efectos de calendario. Cuando se corrige por lo mismo, resulta que hubo una disminuci贸n de -1.1 por ciento en el segundo trimestre, comparado con un aumento de 0.8 por ciento en el primero. La serie ajustada por estacionalidad registra una tasa negativa en dos de los tres meses, de tal manera que el promedio de los tres meses (ajustadas) se ubica -1.1 por ciento por debajo del promedio de los tres primeros meses del a帽o.
El promedio de los primeros seis meses de 2013 de la producci贸n industrial registra una ca铆da de -0.52 por ciento por debajo del mismo periodo de 2012.聽 No hay duda que las actividades secundarias, que representan alrededor de una tercera parte de PIB, tuvieron un impacto negativo en la primera mitad del a帽o. Con esta informaci贸n, parece que la tasa anual de 2.5 por ciento del PIB que se帽ala SHCP para el segundo trimestre (que implica 1.7 por ciento en la primera mitad) est谩 por arriba del rango que pudi茅ramos esperar, mientras que es posible anticipar (a partir de cifras ajustadas por estacionalidad) una tasa marginal negativa.
El an谩lisis de las cifras nos lleva a la conclusi贸n de que el crecimiento del PIB en 2013 estar谩 mucho m谩s cerca de 2 que a 3 por ciento.聽 Incluso, si la reactivaci贸n no se da a partir del tercer trimestre, aumenta la probabilidad de que pudi茅ramos experimentar una tasa menor al 2 por ciento. Dado que las primeras cifras que julio sugieren que todav铆a no hay cambios en el horizonte, extra帽a el hecho de que SHCP todav铆a se aferra a su expectativa de 3.1 por ciento de crecimiento; implica crecer mucho m谩s de lo doble en la segunda mitad del a帽o (m谩s de 4.5 por ciento).
No obstante, hay un elemento que falta que pudiera cambiar sustancialmente este an谩lisis. Cuando el INEGI d茅 a conocer los n煤meros del PIB del segundo trimestre el pr贸ximo martes (20 de agosto), lo har谩 con una base diferente al cambiar la referencia estructural de las cuentas nacionales de 2003 a 2008. Esto significa de entrada que todos los n煤meros que hemos estado analizando a fondo van a cambiar, no s贸lo los de los 煤ltimos trimestres, sino de por lo menos cinco o seis a帽os hacia atr谩s. No s贸lo tendremos tasas diferentes en todas las series y modalidades (originales, desestacionalizadas, corregidas por efecto de calendario, tendencias, sectores, ramas, etc.), sino que es muy probable que en la mayor铆a de los casos las revisiones sean al alza.
Las implicaciones son muchas. Por ejemplo, podemos anticipar que el promedio del crecimiento anual de Calder贸n de 1.93 por ciento se revise al alza, por lo que pudiera superar el promedio del sexenio anterior de Fox de 2.15 por ciento. Tambi茅n debemos esperar una tasa mayor al 4.3 por ciento de crecimiento promedio de los tres a帽os anteriores. Sin conocer la extensi贸n de todos estos cambios, es factible que el crecimiento del primer semestre de 2013 ser谩 mayor al que estamos anticipando en funci贸n de lo que se ha divulgado a la fecha.聽 Ante la gran inc贸gnita que todo esto representa, es l贸gico que la SHCP se espere hasta conocer las nuevas cifras para ajustar su proyecci贸n del a帽o.
Siempre cuando hay cambios de base, surgen suspicacias al respecto, especialmente por implicar casi siempre revisiones al alza. No obstante, la actualizaci贸n de la base de las cuentas nacionales es correcta y necesaria. Irremediablemente, se debe reconocer que la estructura productiva de la econom铆a cambia con el tiempo, lo que requiere incorporar modificaciones peri贸dicamente.