Lo más seguro es que la mayoría de la población con intenciones de participar en la contienda electoral decide su voto en función del carisma del candidato, su carácter, su imagen y la publicidad. Aunque lo ideal sería que todos tomaran en cuentas las propuestas a la hora de votar, sabemos que el peso de éstas no es tan grande como los demás factores. Los debates pueden cambiar la intención de voto de muchos, pero no necesariamente a raíz de una concienzuda evaluación de las propuestas, si no como mero resultado de las percepciones en función de su carisma, elocuencia y lenguaje corporal.
La riqueza de las propuestas no necesariamente garantiza una buena presidencia. Puede ser que un candidato tenga buenas ideas pero no el carácter o el poder político necesario para su implementación. En cambio, otro puede no presentar propuestas interesantes, pero sabe rodearse de políticos hábiles y como resultado tener una presidencia mucho más efectivo.
No obstante, no podemos ni debemos menospreciar una buena valorización de las propuestas de campaña de los candidatos. Mi sentir es que hay más personas indecisas en comparación a otras elecciones. Por ejemplo, la columna de Sergio Sarmiento titulada “Ninguno”, publicado el 31 de enero en el Periódico Reforma, refleja la opinión de mucha gente con que he platicado. Mediante reflexiones sobre cada partido, va descartando uno por uno hasta quedarse con ninguno. Dice que al final de cuentas sí va votar pero sin saber todavía quién es el menos malo. En este caso, una buena evaluación de las propuestas sería ideal.
El Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY) se ha preocupado por esta tarea. Mediante una convocatoria a un grupo plural de más de 70 especialistas académicos, consultores, profesionistas y miembros de organizaciones civiles, ha buscado realizar una valorización equilibrada de las propuestas de los candidatos en términos de diseño, viabilidad e implementación. Se establecieron siete mesas de trabajo, cado una con temas específicos que van desde políticas institucionales hasta macroeconomía. Un proyecto similar se realizó con mucho éxito para la campaña de 2006.
El CEEY concluyó hace poco una primera ronda de evaluación, mediante el estudio de las propuestas contenidas en las plataformas electorales entregadas al IFE y en los libros avalados por cada candidato. Esta ronda arrojó resultados reprobatorios de todos los candidatos, ya que se encontraron propuestas sumamente genéricas, a menudo contradictorias, en general excesivamente vagas y con frecuencia pobres. La conclusión general fue que las plataformas son poco útiles para distinguir y valorar lo que propone cada candidato.
Tenemos que tomar en cuenta que ésta evaluación se hizo en anticipación al periodo oficial de campañas, en el cual no era fácil que los candidatos pudieran expresar todavía sus propuestas. Por lo mismo, resulta fundamental ejercer una segunda evaluación, ya con nueva información que cada candidato presenta al público en las siguientes semanas. Esto ha llevado al CEEY a pedirles a todos los candidatos mayor definición y la entrega de los documentos necesarios para que podamos contar con mayores elementos e información detallada. Esto lo podrán ver en el desplegado que se hizo hoy (martes 10 de marzo) en el periódico Reforma (página 5) por parte de Enrique Cárdenas, el Director Ejecutivo del CEEY, y todos los evaluadores participantes.
Los resultados de la primera evaluación, junto con la metodología del proyecto, se pueden revisar en la página del Centro www.ceey.org.mx, o bien en el sitio www.evaluaydecide2012.mx. La segunda evaluación se llevará a cabo hacia fines de mayo y los resultados se darán a conocer el próximo 25 de junio. Este ejercicio debe ayudar a muchos en su decisión.