Lo que limit贸 el crecimiento en 2013 fue la combinaci贸n de factores externos e internos. Entre los internos hubo una crisis en la construcci贸n, una disminuci贸n en el gasto p煤blico, una contracci贸n en la inversi贸n privada y una disminuci贸n en el ingreso de los hogares. Para 2014, mejor贸 visiblemente el entorno externo, la construcci贸n empez贸 su largo camino de recuperaci贸n y la inversi贸n privada mostr贸 una tendencia positiva. Sin embargo, el gasto p煤blico sigui贸 a la baja a pesar de una reforma hacendaria recaudatoria y mayor endeudamiento p煤blico, mientras que cay贸 a煤n m谩s el ingreso personal disponible ante las medidas fiscales del gobierno. En 2013 crecimos 1.4 por ciento, mientras que se estima que en 2014 habremos crecido 2.1 por ciento. Significa que el crecimiento promedio de los dos primeros a帽os de Pe帽a Nieto se situar谩 alrededor de 1.8 por ciento, por debajo del crecimiento promedio de los cuatro presidentes anteriores, pero por encima del promedio de los dos primeros a帽os de Vicente Fox y de Felipe Calder贸n.
驴Qu茅 podemos esperar para 2015? De entrada, el Banco de M茅xico estableci贸 su rango para el crecimiento del PIB en 3.0 a 4.0 por ciento, mientras que la SHCP anticipa un rango no muy diferente de 3.2 a 4.2 por ciento. Ambas instituciones esperan un entorno favorable con mayor crecimiento en Estados Unidos, lo que seguir谩 impulsando la demanda externa por nuestras exportaciones, y una paulatina recuperaci贸n del gasto interno. Se espera que la construcci贸n siga su curso de recuperaci贸n, mientras que la inversi贸n privada crezca algo m谩s que en 2014, con m谩s certidumbre en torno a las posibilidades que ofrecen las reformas estructurales. A pesar de las diferencias entre el c谩lculo de la inversi贸n p煤blica reportada por la SHCP y el de la inversi贸n en construcci贸n de Cuentas Nacionales publicada por el INEGI, tarde o temprano debemos ver los recursos destinados a la inversi贸n por el gobierno federal reflejado en una aportaci贸n mayor al PIB. Como plantea el Banco de M茅xico, el Plan Nacional de Infraestructura 2014-2018 contempla diversas obras de gran envergadura, que sugiere un panorama alentador para el sector de la inversi贸n en construcci贸n.
Si todo va en la direcci贸n que esperan las autoridades, 驴por qu茅 no esperar una tasa de crecimiento mayor a 4 por ciento? El problema central es que en los 煤ltimos dos a帽os han fallado miserablemente las proyecciones iniciales de crecimiento. Antes de arrancar 2013 pens谩bamos que 铆bamos a crecer 3.5 por ciento y terminamos con 1.4 por ciento; en 2014 anticip谩bamos casi 4 por ciento y ahora parece ser que cerraremos el a帽o con tan solo 2.1 por ciento. En principio, si ahora ponemos sobre la mesa que en 2015 vamos a crecer 3.5 por ciento, nadie nos va a creer. Sin duda, la proyecci贸n de consenso de los economistas iniciados en el tema se ha depreciado mucho. Me imagino que la mayor铆a de la poblaci贸n no anticipa para 2015 un a帽o mejor que 2014.
驴Qu茅 podr铆a detener o limitar la mejor铆a anticipada por el gobierno y la mayor铆a de los analistas en 2015? El Banco de M茅xico apunta cuatro riesgos principales: un entorno externo menos favorable, una disminuci贸n adicional en el precio del petr贸leo que haga necesario un ajuste al gasto p煤blico, m谩s volatilidad en los mercados financieros internacionales y un impacto negativo mayor de los acontecimientos sociales recientes sobre la actividad econ贸mica. Sin embargo, creo que falta el riesgo principal: que contin煤e el estancamiento en el consumo de los hogares a ra铆z de un deterioro adicional en el ingreso personal disponible.
No hay duda que la Reforma Hacendaria exasper贸 las familias. Mermo su poder adquisitivo, increment贸 los precios de art铆culos que le gusta consumir, aument贸 muchos impuestos y crisp贸 su confianza. Sin embargo, la tendencia a la baja en el ingreso personal empez贸 hace seis a帽os, a ra铆z de incrementos en los precios de los alimentos y de la generaci贸n de empleos menos remunerados en comparaci贸n a los que se perdieron en la gran recesi贸n. El consumo privado representa alrededor del 68 por ciento del PIB. Si no crece mucho, o bien, incluso disminuye, ser谩 muy dif铆cil observar una mejor铆a en la tasa de crecimiento de la actividad econ贸mica.
Posiblemente el reto m谩s importante que enfrenta el gobierno es el de c贸mo impulsar la recuperaci贸n del ingreso personal disponible. En vez de implementar pol铆ticas que disminuye el consumo, que desalienta los hogares y que sulfura las familias, deber铆a pensar en c贸mo incentivar la inversi贸n, reforzar el poder adquisitivo y cultivar la confianza del consumidor.