Para analizar la coyuntura macroeconómica del país, siempre veo los indicadores económicos nacionales como el PIB, la producción industrial o la tasa de desempleo urbano, pero rara vez volteo a ver el desempeño regional o el desagregado sectorial (a nivel de subsectores, ramas o clases). Significa que manejo promedios, sin considerar los detalles que los comprendan. Sin embargo, detrás de los promedios pueden existen grandes variaciones, incluso muchas sorpresas. Por lo mismo, aprovecho que el INEGI acaba de dar a conocer el Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal para ver las diferencias en el comportamiento de la actividad económica de un estado a otro.
Por ejemplo, en los primeros tres trimestres de 2014, Aguascalientes creció 11.7 por ciento al mismo tiempo que Campeche sufrió una disminución de 4.0 por ciento. Mientras que el promedio de crecimiento de las 32 entidades federativas fue 2.6 por ciento, cinco lograron crecer más de dos veces el promedio (más de 5.2 por ciento) y once tuvieron una tasa menor a la mitad (menos de 1.3 por ciento). Puebla fue el estado que más creció (6.6 por ciento) en 2012, pero en 2013 disminuyó -1.0 por ciento de crecimiento y en lo que va de 2014 0.0 por ciento. Chiapas avanzó 5.1 por ciento en los primeros tres trimestres de 2014, después de disminuir 3.5 por ciento en 2013 y avanzar 5.4 por ciento en 2012. En principio, estas variaciones tan marcadas no deberían sorprender. Entre más detalle, siempre va existir más variación. Los promedios tienden a neutralizar los extremos. Sin embargo, resulta interesante observar estas diferencias, especialmente en los dos últimos años en que el PIB nacional ha avanzado 1.4 y 2.1 (estimado) por ciento.
Si comparamos el crecimiento del PIB nacional, que es un promedio ponderado de los estados, contra el promedio simple de las tasas de los estados, podemos ver si los estados más grandes o los más pequeños fueron los más productivos. Por ejemplo, el PIB de 2012 fue 4.0 por ciento, mientras que el promedio de los estados fue 3.9 por ciento; significa que los grandes tuvieron una aportación marginalmente mayor a los pequeños. En 2013, el promedio simple (1.5 por ciento) fue ligeramente superior al PIB (1.4 por ciento), por lo que los estados menores contribuyeron marginalmente más. Sin embargo, en los tres primeros trimestres de 2014, el promedio simple (2.6 por ciento) es mucho más que el avance del PIB (1.9 por ciento) en el mismo periodo.
Resulta que los cinco estados que más crecieron en los tres trimestres de 2014 fueron Aguascalientes (11.7 por ciento), Michoacán (8.1 por ciento), Guerrero (6.9 por ciento), Zacatecas (5.2 por ciento) y Querétaro (5.2 por ciento). Los cinco son entidades cuyo tamaño económico se ubican muy por debajo del promedio. En cambio, los dos más grandes, el Estado de México (0.8 por ciento) y el Distrito Federal (0.7 por ciento), tuvieron un desempeño relativamente malo.
Cuando vemos la actividad económica al nivel del PIB nacional, difícilmente podemos destacar el desempeño particular de algún sector o proyecto de inversión. En cambio, a nivel de entidad federativa, podemos notar la influencia de ciertos acontecimientos. Por ejemplo, Aguascalientes creció 3.7 y 4.7 por ciento en 2012 y 2013, respectivamente. Pero en 2014 cuando la nueva fábrica de Nissan empieza a producir a todo vapor, el crecimiento se eleva a 11.7 por ciento. Puebla creció 6.6 por ciento en 2012 como consecuencia de la concretización de nuevos proyectos automotriz. En cambio, los dos siguientes años sufrió una caída de -1.0 y 0.0 por ciento, respectivamente. Algo similar pasó en San Luis Potosi, ya que después de crecer 6.4 por ciento en 2012, apenas avanzó 0.6 y 0.4 por ciento, respectivamente.
Al mismo tiempo, podemos observar tendencias interesantes. La disminución de la producción petrolera en Campeche es muy notoria, al observar tasas de -0.9, 0.7 y -4.0 por ciento, respectivamente, en los últimos tres años. En 2013, el año de menor crecimiento de los últimos tres, hubo seis estados con variaciones negativas: Chiapas (-3.5 por ciento), Tabasco (-2.0 por ciento), Zacatecas (-1.5 por ciento), Puebla (-1.0 por ciento), Chihuahua (-0.9 por ciento) y Veracruz (-0.1 por ciento). En cambio, en 2014 cuando hubo una mejoría, hubo de nuevo seis estados con tasas menores a cero: Campeche (-4.0 por ciento), Baja California (2.1 por ciento), Morelos (-1.0 por ciento), Sonora (-0.8 por ciento), Baja California Sur (-0.1 por ciento) y Puebla (-0.1 por ciento).
Aguascalientes es la entidad con mayor crecimiento en los últimos tres años (6.7 por ciento). No ha repetido ningún estado como el que más ha crecido en los tres años, pero Campeche fue el de menor desempeño en dos de los tres. Cinco estados (Aguascalientes, Colima, Querétaro, Quintana Roo y Guanajuato) han crecido en promedio más de 4 por ciento en los últimos tres años, mientras que ocho han crecido por debajo de 2 por ciento (Campeche, Baja California, Tabasco, Veracruz, Tlaxcala, Morelos, Puebla y el Estado de México). Michoacán y Guerrero fueron dos estados problemáticos que han crecido muy bien en 2014 (8.1 y 6.9 por ciento, respectivamente), después de dos años de un desempeño mediocre.
En fin, son números interesantes, si no por otra cosa que por las diferencias marcadas con los promedios que típicamente manejamos.