El Motor de Crecimiento

A principios de año, la gran mayoría de los indicadores económicos mostraban una tendencia negativa o de estancamiento, lo que motivó una revisión sistemática a la baja en las proyecciones de crecimiento para el año. Hace unos meses, los resultados ya señalaban un comportamiento mixto, con mejorías en la producción manufacturera y las exportaciones, pero todavía un desempeño pobre en la inversión y el consumo de los hogares. Afortunadamente, en el último mes empieza a surgir un balance más favorable que apunta hacia una recuperación más en forma para la segunda mitad del año. Aunque ya parece un sueño alejado alcanzar una tasa de 3 por ciento para el año, todavía con algo de suerte podemos alcanzar la expectativa oficial de la SHCP de 2.7 por ciento.
El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas divulgó el lunes los resultados del Indicador IMEF Manufacturero para agosto. El nivel ajustado por tamaño de empresa registró 53.4 puntos, el segundo mejor nivel observado desde septiembre-noviembre de 2012, mientras que la tendencia alcanzó 52.9 puntos, el nivel más elevado desde diciembre 2012. Fueron tan buenas noticias que hasta la SHCP la divulgó en su cuenta de Twitter.
Sabemos lo importante que es la producción manufacturera para México. Dado que alrededor del 80 por ciento de nuestras exportaciones no petroleras son bienes manufactureros, cuando nuestras exportaciones crecen bien, se encienda la producción manufacturera y tarde o temprano, jala a la economía interna. Desde mediados de los noventa ha sido prácticamente en único motor de crecimiento del país. Cuando deja de crecer, al poco tiempo se estanca el resto de la economía.
El entorno externo se oscureció a principios de año cuando Europa seguía en recesión y la actividad económica de Estados Unidos experimentó una contracción significativa. Sin embargo, el segundo trimestre mostró que el anterior fue simplemente una anomalía a raíz de las condiciones climatológicas adversas y una disminución sorpresiva en los servicios de salud y cuidado personal. Entrando la primavera, los negocios aceleraron la producción ante una demanda creciente y hubo un notorio incremento en los inventarios. El consumo de los hogares aumentó significativamente, lo cual es muy importante para la economía norte americana, ya que representa su principal motor de crecimiento. El rebote del segundo trimestre fue tan importante, que las últimas encuestas ya muestran revisiones al alza para 2014 de 1.6 por ciento en julio a 2.1 por ciento en agosto (según Consensus Economics). Aunque el FMI todavía no ha revisado al alza su estimación para el año, ha dicho que Estados Unidos crecerá por arriba de su potencial en la segunda mitad de 2014 y en 2015.
No queda duda que mejorado el entorno externo para México y que representará un impulso importante para la economía en los dos últimos trimestres del año. ¿Pero la economía interna? Hasta ahora el consumo de los hogares y la inversión privada han permanecido estancados, caracterizados por niveles de confianza muy endebles. Aunque la construcción parece haber tocado fondo hace unos meses, todavía no levanta lo suficiente como para contribuir al crecimiento económico. El gobierno federal presume de aumentos significativos en el gasto público, especialmente en los rubros de inversión, pero todavía no se traduce en valor agregado en las cuentas nacionales.
Aquí es justamente donde recibimos gratamente las noticias del Indicador IMEF No Manufacturero para agosto. Registró un incremento de 2.2 puntos para alcanzar 52.7 puntos en el mes, pero quizás la noticia más importante es que se da un incremento importante después de siete meses consecutivos de una marcada tendencia a la baja. La noticia parece indicar que el estancamiento del consumo de los hogares toco fondo y que empieza a revertirse. El gasto amplio a nivel de gobierno federal empieza a sentirse a nivel estatal y local, lo que sugiere que la inversión pública debe empezar a pintar en esta segunda mitad del año. Si el consumo y la inversión privada responden, aunque tibiamente, es posible que ya pudiéramos entrar a una etapa seria de recuperación.
¿Qué signos deberíamos esperar? Este viernes el INEGI divulgará los indicadores de confianza al consumidor y empresarial. La parsimonia del consumidor ha sido un factor clave en las compras en los hogares, que se ha reflejado en los niveles tan bajos del índice de confianza. Necesitamos ver un aumento sistemático en este índice, dejando atrás los niveles actuales menores a 90 puntos (37 puntos en una escala de 0 a 100). Vamos a ver, pues será un buen primer paso.

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