EPN nos dice que deja un pa铆s mejor del que recibi贸 hace seis a帽os. No estoy de acuerdo. S铆 hubo aciertos y avances, pero tambi茅n equivocaciones y retrocesos. En el balance creo que el pa铆s perdi贸. Ya hab铆amos analizado el crecimiento (30 de mayo), las cuentas fiscales (6 de junio) y el empleo (13 de junio). En materia de crecimiento econ贸mico, hubo una mejor铆a sobre los dos sexenios anteriores y terminar谩 el actual como el primero desde 1980 en no experimentar una recesi贸n. Sin embargo, el avance fue alrededor de la mitad prometido y lejos de lo que necesitamos para empezar a resolver nuestros grandes rezagos. Las cuentas fiscales sufrieron un deterioro muy marcado, no solamente en un incremento significativo en la deuda p煤blica como proporci贸n del PIB, sino tambi茅n en la ineficacia del gasto. La tasa promedio anual del gasto p煤blico real, medido mediante las cuentas nacionales, fue -0.1 por ciento. Es el primer sexenio en que el gasto p煤blico no contribuye al crecimiento econ贸mico. Finalmente, se reconoce un buen avance en la generaci贸n de empleo, aunque no todo lo que presume el gobierno fueron empleos nuevos, sino la formalizaci贸n de empleos ya existentes. No obstante, la gran mayor铆a de los empleos nuevos fueron de salarios muy bajos, lo que ha contribuido a la precarizaci贸n laboral.
La inflaci贸n promedio anual de este sexenio (4.1 por ciento en los primeros cinco a帽os) ha sido la m谩s baja desde de los 煤ltimos ocho sexenios. No obstante, este es m茅rito del Banco de M茅xico, una instituci贸n aut贸noma del gobierno federal. De hecho, el 煤nico a帽o con una tasa elevada (6.8 por ciento en 2017) fue motivado por el gasolinazo, que fue decisi贸n del gobierno federal. El logro de Banxico es todav铆a m谩s notorio si tomamos en cuenta la depreciaci贸n acumulada de la moneda (de aproximadamente 44 por ciento), ya que se control贸 en forma muy eficaz el traspaso del tipo de cambio a la inflaci贸n. Si aunamos el desequilibrio fiscal creciente en el sexenio, que afortunadamente no lleg贸 a mayores, la conservaci贸n de la estabilidad macroecon贸mico, orquestada por Banxico en estos a帽os, fue uno de los mayores aciertos.
Si bien se logr贸 (casi) un nuevo acuerdo de libre comercio con Estados Unidos, esto fue mediante un costo muy elevado, de pr谩cticamente haber sacrificado la industria m谩s din谩mica del sexenio (el automotriz) y haber concedido varios cap铆tulos importantes. De hecho, Canad谩 no ha aceptado todav铆a, ya que prefiere no tener acuerdo a tener uno malo. En cambio, nuestro gobierno opt贸 por tener un acuerdo malo a no tener.
Hasta aqu铆 podr铆amos tener un buen debate acerca del balance sexenal. Sin embargo, donde salimos perdiendo es cuando agregamos los aspectos no econ贸micos: la corrupci贸n desbordada, la impunidad exagerada, los homicidios r茅cord, el incremento en la inseguridad p煤blica, la expansi贸n del crimen organizado, el aumento en secuestros, la pr谩ctica casi generalizada de extorsiones, la aparici贸n de los huachicoleros a diestra y siniestra y robos a transporte, incluyendo ahora hasta los trenes.
No solo son imperdonables los esc谩ndalos de la Casa Blanca y la Hacienda de Malinalco (corrupci贸n), sino fue peor cuando se contrat贸 a un secretario de la Funci贸n P煤blica con instrucciones precisas de no encontrar alg煤n conflicto de inter茅s (impunidad). Pero creo que fue todav铆a peor la corrupci贸n asociada al caso de Odebrecht, donde no solamente se dej贸 de investigar a Emilio Lozoya, sino que removieron a Santiago Nieto de su puesto para evitar que siguiera la l铆nea de investigaci贸n todav铆a m谩s arriba. Mientras que en otros pa铆ses los presidentes en turno terminaron en la c谩rcel, aqu铆 experimentamos una impunidad total. Ya ni hablar de la desaparici贸n de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Para rematar, el presidente dijo que trabaj贸 para desterrar la corrupci贸n de la vida p煤blica, con el due帽o de Grupo Higa como invitado especial.
Finalmente, el punto m谩s delicado. La inseguridad p煤blica ha aumentado en forma exponencial, a tal grado que existe la sensaci贸n de que se est谩 desmoronando el tejido social del pa铆s. No solamente leemos diario de asesinatos, ejecuciones, secuestros y extorciones, que cada vez va en aumento, sino que es dif铆cil que llegue un presidente municipal honesto que quiere hacer la diferencia sin que lo asesinan por no acatar los deseos del crimen organizado.
No, no creo que estamos mejor.
Definitivamente no estamos mejor. Lo unico que se le pide al gobierno es la responsabilidad basica de cualquier gobierno y su razon de existir: cuidar de sus ciudadanos de cualquier ataque interno o externo y dirigirlos hacia la prosperidad generalizada.