El lunes pasado, la Secretar铆a de Hacienda y Cr茅dito P煤blico reafirm贸 su estimaci贸n de crecimiento de 3.9 por ciento para este a帽o, despu茅s de que el INEGI hab铆a divulgado que el PIB creci贸 1.06 por ciento en 2013. Esta es la primera vez en lo que va del sexenio que la SHCP no revise a la baja su estimado de crecimiento, a pesar de que muchos analistas e instituciones financieras lo est谩n haciendo. Mientras que la SHCP dice que no existen elementos suficientes para prever que la econom铆a mexicana no pueda registrar la tasa de 3.9 por ciento, los dem谩s citan la mayor debilidad econ贸mica con que termin贸 2013 y la falta de dinamismo con que arranca el a帽o.
Por un lado tiene raz贸n la SHCP, ya que todav铆a carecemos de datos concretos sobre la actividad econ贸mica del primer trimestre. Pudi茅ramos observar un lento desempe帽o en los primeros meses del a帽o, pero mayor crecimiento en los siguientes trimestres para alcanzar la tasa que prev茅. Depender谩 de la demanda por nuestras exportaciones no petroleras de Estados Unidos, del desempe帽o de la construcci贸n, de la aprobaci贸n oportuna de las leyes secundarias pendientes, del dinamismo de la inversi贸n privada y de la recuperaci贸n en el gasto en los hogares. Dado la baja base de comparaci贸n, no se necesita mucho para crecer por arriba del tres por ciento.
Sin embargo, los pocos datos disponibles advierten que el a帽o empieza mal. De entrada tenemos el Indicador IMEF, que logr贸 captar perfectamente bien el periodo recesivo del a帽o pasado (algo que no logr贸 el IPM del INEGI). El Indicador Manufacturero presenta una tendencia lateral en los 煤ltimos cuatro meses (alrededor de 50.6 puntos), indicativo de una econom铆a todav铆a estancada. El Indicador No Manufacturero disminuy贸 en enero y febrero, lo que se帽ala que las actividades terciarias pierden fuerza al inicio del a帽o.
Enseguida tenemos el 脥ndice de Confianza del Consumidor que en enero se desplom贸 a ra铆z de las acciones de la SHCP, que desembocaron en una reducci贸n significativa del ingreso disponible en los hogares e incrementos en precios que redujo el poder adquisitivo de los consumidores. Hoy mi茅rcoles publica el INEGI los resultados de febrero, que seguramente se帽alaran todav铆a una molestia generalizado entre la poblaci贸n.
En tercer lugar, contamos con los datos del IMSS que reflejan la creaci贸n de empleos formales en la econom铆a. Los datos de enero revelan que se generaron 35.0 por ciento menos empleos en enero respecto al mismo mes del a帽o anterior comparado con diciembre. Peor a煤n, los pocos empleos que se crearon fueron de car谩cter temporal, ya que hubo una disminuci贸n en la cantidad de empleos permanentes. En cuarto lugar est谩n los datos de desempleo de enero, que se帽alan que la tasa de desempleo urbano de enero se ubica en 6.5 por ciento, apenas una d茅cima por debajo de la tasa de Estados Unidos. Esta tasa, que es la mayor observada en los 煤ltimos 31 meses, aument贸 140 puntos base en el mes.
En quinto lugar, tenemos la informaci贸n brindada por la balanza comercial, de la cual las exportaciones no petroleras reflejan el andar de la manufactura, mientras que las importaciones expresan el dinamismo de la econom铆a interna. Las exportaciones en enero disminuyeron en todas las categor铆as, lo cual es posiblemente la peor noticia de todas, ya que representan el motor de crecimiento de la econom铆a. Lo positivo fue que las importaciones de bienes intermedios no petroleras, que est谩 ligada a la producci贸n manufacturera, aumentaron significativamente en enero respecto a diciembre. Sin embargo, las importaciones de bienes de consumo no petroleros y los bienes de capital disminuyeron, lo que refleja escasa demanda interna en los hogares e inversiones de las empresas.
Por 煤ltimo, tenemos las ventas de tiendas departamentales y de autoservicio que reporta la ANTAD. Los 煤ltimos datos reportan tasas reales negativas respecto a los mismos meses del a帽o anterior. Los hogares tienen menos ingresos, enfrentan mayores precios y no tienen la confianza de que vaya a mejorar.
La 煤nica salvaci贸n ser铆a que los recursos que el gobierno le quita a los hogares y empresas privadas, los gastara de manera m谩s eficiente y con mayor impacto sobre la actividad econ贸mica. Sin embargo, todos sabemos c贸mo se los gasta el gobierno; su especialidad es el gasto opaco, ineficiente, desperdiciado e ineficaz para estimular el crecimiento.
En estos d铆as salen nuevas encuestas de expectativas de Banxico y de Banamex. Vamos a ver cu谩nto disminuye el consenso de crecimiento para este a帽o.
