Los ajustes bruscos y significativos en el tipo de cambio siempre han sido motivo de consternaci贸n para los mexicanos, pues se asocian con inflaci贸n, p茅rdida de poder adquisitivo, recesi贸n, desempleo y sufrimiento econ贸mico en general. Como no olvidar la devaluaci贸n de Luis Echeverr铆a en 1976, dando fin a 22 a帽os de un tipo de cambio fijo. Qu茅 decir de las tres devaluaciones que hubo en 1982 despu茅s de que Jos茅 L贸pez Portillo prometi贸 defender el peso como perro, que dio pie a la d茅cada perdida de los ochenta. Todav铆a queda el recuerdo de c贸mo dej贸 la econom铆a Pedro Aspe al pobre de Jaime Serra Puche en diciembre de 1994, cuando el pa铆s se desmoron贸 y aument贸 la pobreza extrema en m谩s de 16 millones de mexicanos.
Afortunadamente, M茅xico se sobrepuso al miedo de la flotaci贸n y adopt贸 un r茅gimen flexible a partir de 1995. Con la autonom铆a del Banco de M茅xico y una pol铆tica monetaria ya dedicada a abatir la inflaci贸n, se logr贸 la estabilizaci贸n de precios a partir de la d茅cada pasada. Esto ha sido el pilar de un equilibrio macroecon贸mico, que en buena medida nos ha ayudado a superar esos periodos de angustia incre铆ble. Sin embargo, hace siete a帽os vimos que el precio del d贸lar aument贸 54.1 por ciento en siete meses (de 9.918 el 7 de agosto de 2008 a 15.286 el 7 de marzo de 2009). Aunque no hubo gran afectaci贸n en la inflaci贸n, la econom铆a se desplom贸 -4.7 por ciento en 2009.
Si bien dejamos atr谩s la 茅poca de devaluaciones traum谩ticas, ahora vivimos etapas de depreciaciones aceleradas. Sin embargo, la afectaci贸n psicol贸gica parece ser igual. Pero, 驴debemos preocuparnos tanto? Hasta ahora, el tipo de cambio ha aumentado alrededor de 26 por ciento, casi la mitad de lo acontecido hacia fines de 2008. No obstante, no hemos visto evidencia de mayor inflaci贸n ni un desplome en la actividad econ贸mica. Por lo pronto, seguimos con una inflaci贸n que marca m铆nimos hist贸ricos y una econom铆a que avanza por arriba del 2 por ciento. Entonces, 驴cu谩les son los efectos nocivos que debemos temer de la depreciaci贸n?
El primero es el efecto que podr谩 tener eventualmente sobre la inflaci贸n. Al depreciarse la moneda, aumentan los precios de los bienes y servicios importados. Aunque hasta ahora no hemos visto un traspaso de estos incrementos a los precios del consumidor, es de esperarse que eventualmente habr谩 alguna afectaci贸n. Sin embargo, si el tipo de cambio se regresa parcialmente (como sucedi贸 en 2009), se podr铆a limitar el da帽o a un m铆nimo.
El segundo efecto es sobre los precios relativos, aun en el caso de evitar una reacci贸n inflacionaria. En principio, nuestras exportaciones son m谩s baratas, mientras que las importaciones son m谩s caras. Aqu铆, los efectos var铆an de sector a sector y de empresa a empresa, ya que unos tienen m谩s insumos importados, otros se compensan con disminuciones en otros precios, algunos tendr谩n que sacrificar utilidades y habr谩 quien no pueda aguantar los cambios, vi茅ndose ante la posibilidad de cerrar su negocio.
El tercer efecto proviene de la incertidumbre, que afecta la inversi贸n y el crecimiento econ贸mico. Para planear la construcci贸n de una f谩brica o la adquisici贸n de una maquinaria, se necesita saber con cierta certeza los precios de los bienes y servicios relacionados. Sin embargo, la volatilidad del tipo de cambio elimina la certeza y provoca que muchos proyectos quedan en irresoluci贸n. Sin inversi贸n, no habr谩 mucho crecimiento.
Finalmente, tenemos los efectos sobre los flujos de capital, en especial, sobre la inversi贸n extranjera en portafolio. En principio, los movimientos de capital afectan al tipo de cambio, pero ante mucha volatilidad se acent煤an los flujos que buscan una relaci贸n de riesgo/rendimiento adecuado. Tambi茅n es muy probable ver cierta afectaci贸n sobre las tasas de inter茅s a diferentes plazos, que no solamente puede encarecer la inversi贸n en general, sino tambi茅n el costo del servicio de la deuda p煤blica.
驴Qu茅 debemos esperar ahora? Todo indica que la volatilidad cambiaria continuar谩 por un rato, aunque posiblemente acotado por las acciones de la Comisi贸n de Cambios y eventualmente del Banco de M茅xico. Es muy probable ver en algunos meses que el tipo de cambio regrese parcialmente, ya que se normalice la pol铆tica monetaria de la Reserva Federal. Si bien, la inflaci贸n podr谩 terminar el a帽o alrededor de 3 por ciento, podemos esperar un aumento, quiz谩s hacia 4 por ciento el a帽o entrante, pero no mucho m谩s que eso. La actividad econ贸mica, que ahora crece ligeramente por arriba de 2 por ciento, quedar谩 sin dinamismo en el corto plazo, pero no se desplomar谩.