Hace seis meses, el consenso para el crecimiento econ贸mico de este a帽o era alrededor de 3.7 por ciento. Sin embargo, se ha revisado sistem谩ticamente a la baja hasta llegar a la expectativa actual que gira alrededor de 3.0 por ciento. Habr谩 varias razones para pensar que el crecimiento ser谩 menor a lo que originalmente se esperaba, pero la ca铆da en el precio y en la producci贸n petrolera, que provoc贸 un primer recorte en el gasto p煤blico, definitivamente es una de las principales. No obstante, hasta ahora las revisiones no estaban fundamentadas en el desempe帽o actual de la econom铆a, simplemente porque todav铆a no ten铆amos datos duros. Pero el INEGI ya report贸 el crecimiento econ贸mico del primer mes y las cifras de la balanza comercial y el desempleo de febrero. Adem谩s, ya conocemos las ventas que reporta el ANTAD y la AMIA para el segundo mes del a帽o. Esta primera lectura confirma un lento arranque para el a帽o, que aparentemente desembocar谩 en una baja tasa de crecimiento para el primer trimestre.
La primera desilusi贸n proviene del exterior. La producci贸n manufactura de Estados Unidos ha crecido muy poco en los 煤ltimos meses, lo que ha llevado a un menor demanda de nuestras exportaciones. Despu茅s de un muy buen enero, las exportaciones automotrices crecieron muy poco en febrero, debido en parte a condiciones climatol贸gicas adversas, pero tambi茅n a que la compra de autom贸viles nuevos en Estados Unidos empieza a mostrar signos de desaceleraci贸n. Por unos cuantos a帽os, la demanda reprimida que prevaleci贸 en la gran recesi贸n de 2008-2009 provoc贸 un aumento significativo en las ventas de autom贸viles. Sin embargo, aparentemente el mercado ya regresa a una cierta normalidad, que significa que la demanda regresa a un patr贸n de crecimiento m谩s moderado. La baja en el precio de la gasolina no ha mostrado fuerza suficiente para provocar mayores ventas, por lo que podemos esperar una tasa de crecimiento en las exportaciones automotrices m谩s moderado este a帽o.
Aun as铆, existe la esperanza de que la actividad econ贸mica de Estados Unidos se recuperar谩 a partir de segundo trimestre, ya que el mercado laboral muestra condiciones m谩s robustas, que a su vez sugieren un mejor desempe帽o del consumo de los hogares m谩s adelante. Si esta lectura es correcta, podr铆amos ver una mejor铆a en nuestras exportaciones no petroleras en los siguientes trimestres. Debemos recordar que las exportaciones son el principal motor de crecimiento, cuyo crecimiento es necesario para que la econom铆a interna muestra mayor dinamismo.
El INEGI report贸 hace unas semanas que la producci贸n industrial disminuy贸 0.4 por ciento en enero, despu茅s de haber ca铆do 0.3 por ciento en diciembre. Vimos una disminuci贸n en las manufacturas, la construcci贸n y (obviamente) la miner铆a (ante la ca铆da en la plataforma de producci贸n del petr贸leo). Por lo mismo, ya anticip谩bamos una tasa cercana a cero o incluso negativa para el IGAE de enero. Sin embargo, la tasa del IGAE sorprendi贸 un poco al alza como resultado de un salto importante en las actividades primarias (6.7 por ciento) y un buen avance en las terciarias de 0.4 por ciento. Estos datos, juntos con buenas noticias de parte del ANTAD y la AMIA, nos dicen que el comercio y los servicios muestran un buen arranque al inicio del a帽o, a pesar del pobre desempe帽o de las actividades secundarias.
La ANTAD ven铆a reportando tasas relativamente bajas durante todo 2014, que giran en promedio alrededor de 1.0 por ciento anual cada mes. Sin embargo, en enero y febrero sus ventas totales reales aumentaron 6.2 y 5.7 por ciento anual, respectivamente, algo no visto desde 2012. Evidencia anecdotaria de algunas cadenas autodepartamentales se帽alan ventas de hasta 20 por ciento real respecto al mismo periodo del a帽o anterior. Las ventas internas de autom贸viles reportadas por la AMIA registraron tasas anuales superiores a 20 por ciento en los dos primeros meses del a帽o, algo no visto desde 2004. A pesar de que no tenemos mucha evidencia de una mejor铆a en los ingresos de los hogares, aparentemente el consumo privado empieza a mostrar cierto dinamismo no visto en mucho tiempo.
驴C贸mo explicar esta recuperaci贸n? 驴Es temporal o algo m谩s permanente? Las hip贸tesis que empiezan a surgir se帽alan al gasto p煤blico electoral y una posible demanda reprimida como posibles factores, que a su vez indicar铆an solo un empuje temporal. Sabemos que el gasto p煤blico tiene un impacto en el consumo en los meses anteriores a las elecciones, pero ante los recortes en el presupuesto, podr铆an disminuir significativamente despu茅s de junio. Si el consumo empieza a responder a una demanda reprimida que se fue acumulando en los dos a帽os anteriores, tambi茅n podr铆amos ver una mejor铆a temporal, pero con una duraci贸n m谩s dif铆cil de anticipar.
Sin embargo, surge una tercera hip贸tesis que pudiera ser m谩s promisorio. La inversi贸n privada empieza a mostrar signos de mayor crecimiento, posiblemente derivado de las expectativas que emanan de las reformas estructurales. De ser cierto, deber铆amos empezar a ver m谩s empleo, que a su vez podr铆a estimular el ingreso de los hogares y el consumo. La tasa de desempleo urbano disminuy贸 notoriamente en diciembre, mientras que su repunte en enero y febrero fue estacionalmente muy baja. No obstante, esas hip贸tesis necesitan m谩s datos duros para que sean explicaciones cre铆bles. Pudiera ser que estos dos meses fueran simplemente observaciones aberrantes, sin mayor explicaci贸n.
Por lo pronto, tenemos un mal arranque en las actividades secundarias, que de no reponerse podr谩n desincentivar a la econom铆a interna, pero un buen arranque de las terciarias, que pudiera ser un fen贸meno temporal, o bien, el empiezo de una recuperaci贸n m谩s de fondo. Habr谩 que estar atentos.