El INEGI dio a conocer la inversión fija bruta (IFB) a noviembre del año pasado y la noticia no fue nada confortable. La IFB total disminuyó -0.9 por ciento como resultado de caídas de -1.0 por ciento en la construcción y -1.3 por ciento en los gastos en maquinaria y equipo. Con esta disminución, se hilan seis meses con una tendencia negativa y básicamente dos años y medio sin crecer. Su nivel de noviembre se ubica -4.1 por ciento por debajo del de hace un año y -5.6 por ciento menos que su pico registrado en julio de 2015. El promedio de los once meses de 2017 esta -1.7 por ciento por debajo del mismo periodo del año anterior, por lo que ya podemos esperar una caída cercana a 2 por ciento para todo el año. De todos los componentes del PIB por el lado del gasto, es el que más le restó al crecimiento de la actividad económica en el año.
El componente que más explica la caída es, sin duda, la construcción. Hemos observado el desplome de la construcción no residencial desde hace muchos años y 2017 no ha sido la excepción. El promedio de los primeros once meses se ubica -8.7 por ciento por debajo del mismo periodo del año anterior, mientras que el nivel observado en noviembre se ubica por debajo de cualquier mes desde julio 2006 a la fecha. Aunque no solo consiste en inversión pública, ya que existe mucha inversión privada no residencial, queda claro que el desplome en la pública es lo que más explica esta gran caída.
Sin embargo, ahora también observamos una disminución en la construcción residencial, que prácticamente ya dejado de crecer a partir del segundo trimestre del año pasado. El nivel alcanzado en noviembre se ubica -7.1 por ciento por debajo del observado en el mismo mes de 2016. También vemos que la compra de maquinaria y equipo viene a la baja, alcanzando un nivel en noviembre que no habíamos experimentado en más de 20 meses. La construcción residencial y la compra de maquinaria y equipo consiste más en inversión privada que pública, por lo que la disminución en la IFB total ya no se explica solo por la caída en la inversión pública. Es casi un hecho que la inversión privada terminará 2017 con tasa negativa.
¿Qué explica el estancamiento de la inversión privada? Podríamos empezar por el alza continua en las tasas de interés en los últimos dos años, que ha tenido efecto negativo en los créditos hipotecarios. No obstante, creo que pesa más la incertidumbre creciente en torno a las negociaciones del TLCAN, el proceso electoral y el rumbo de la política monetaria por parte de la Reserva Federal. Últimamente, también ha influido las incógnitas que han surgido a raíz de la reforma tributaria de Estados Unidos. Muchas empresas han decidido poner en espera proyectos de inversión hasta que se aclare las nuevas reglas a raíz del TLCAN 2.0, o bien, cuales serán si no se llega a un acuerdo. Lo mismo pasa con las inquietudes que surgen al ver el proceso electoral rumbo a la presidencia y los posibles cambios radicales que se pudieran presentar en la política económica futura. Finalmente, también pudiera estar presente cierto exceso de capacidad de producción, que no invita a un aumento en la inversión, por lo menos en el corto plazo.
¿Qué explica la caída de la inversión pública? El proceso de consolidación fiscal que ha buscado el gobierno en los últimos dos años ha llevado a que en 2017 se registre el primer superávit primario desde 2008 y una reducción en la proporción de deuda pública al PIB en 10 años. Este esfuerzo se logró mediante una reducción en el gasto público de 26.6 por ciento en 2016 (la más elevada desde que se tienen datos) a 23.9 por ciento en 2017, en especial en el rubro de inversión física que reporta la SHCP. Sin embargo, también habría que señalar que mucho del gasto público que va etiquetado como inversión, no ha logrado aumentar el acervo de capital del país (como la exploración de pozos petroleros que resultan improductivos), por lo que INEGI no lo clasifica como inversión en las cuentas nacionales.
Por lo pronto, las exportaciones y el consumo privado son los únicos dos componentes del PIB por el lado del gasto que están creciendo, mientras que el consumo de gobierno y la IFB están contrayéndose. En el corto plazo, el único cambio que pudiéramos anticipar sería un aumento en el consumo de gobierno anterior a las elecciones presidenciales, que seguramente se desplomará en la segunda mitad del año.
Buenas tardes. Salió el dato de IFB de Diciembre y fue positivo. A qué cree que se deba esto? Siendo que ud dijo en este artículo «Es casi un hecho que la inversión privada terminará 2017 con tasa negativa.»
Saludos.
El dato de diciembre fue muy bueno debido a un repunte en la construcción en el mes. Sin embargo, dicho y hecho, el comportamiento positivo de diciembre no fue suficiente para evitar que la inversión privada terminará 2017 con tasa negativa (-0.6 por ciento).