El Banco de México es un banco central, que opera en forma diferente a cualquier otro banco. Su función no es el de un intermediario, que acepta recursos del público para prestarlos a empresas o consumidores. Más bien, es el responsable de sostener el sistema de pagos del país y ejerce un poder monopólico sobre la emisión de dinero. Ante estas responsabilidades, intrínsicamente ligados a la formación de precios y al valor mismo de nuestra moneda, se le confiere el compromiso de mantener una inflación baja y estable. Mediante esta tarea, busca evitar la merma del poder adquisitivo de la población y así, contribuir a un ambiente propicio para el sano desarrollo económico del país.
Por lo mismo, tiene una contabilidad muy particular. Al emitir billetes y moneda, crea su pasivo principal. Por el otro lado, al adquirir dólares intercambiándolos por pesos, obtiene un activo vital, que son las “reservas internacionales”. En términos muy simples, estos recursos son el respaldo principal que tiene el Banco para emitir dinero. En ocasiones cuando las reservas han disminuido a tal grado que no hay suficientes recursos para respaldar propiamente los pesos en circulación, el valor mismo del peso se pierde, lo que se refleja en un aumento en el tipo de cambio (el precio en pesos de un dólar).
Las reservas no solamente constituyen el activo principal del Banco, sino además es la vinculación contable que tiene con todas las transacciones que hacemos con el exterior. La balanza de pagos, que es la parte de la contabilidad nacional que liga todas estas transacciones, refleja la diferencia que hay entre la balanza comercial y la cuenta corriente con las cuentas financiera y de capital. Si el déficit de la cuenta corriente no es cubierto por el superávit financiero, las reservas disminuyen. Si el déficit es menor al superávit, las reservas aumentan. Por tanto, juegan un papel primordial en la contabilidad del país al representar el vínculo principal entre las cuentas monetarias, las transacciones de la actividad económica diaria y las cuentas con el exterior.
Justamente por esto es por lo que las reservas no forman parte de la riqueza de la nación y no se les puede considerar recursos del gobierno. No son recursos financieros normales, sino el respaldo de todo el dinero que está en circulación. Por ejemplo, si Pemex exporta un barril de petróleo y recibe 100 dólares, acude al Banco de México para entregarle los dólares en un intercambio por pesos. De esta forma, Pemex tiene 2000 pesos que empieza a gastar y por lo mismo, poner en circulación, que están respaldados por los dólares que tiene el Banco en sus reservas. Si en un momento dado, Pemex o el gobierno federal necesitan dólares, van a acudir al Banco con pesos para adquirir los dólares. El gobierno no puede exigir al Banco los dólares sin un intercambio por pesos, ya que se vendría abajo el sistema de pagos del país.
De vez en cuanto se escucha la pregunta de ¿por qué no utiliza el gobierno las reservas para liquidar la deuda externa? Cuando el gobierno hizo una colocación de deuda en el exterior, recibió dólares, que a su vez intercambio por pesos con el banco, que finalmente utilizó para el gasto público. Cuando el gobierno quiere liquidar esa deuda, tiene que entregarle pesos al Banco para obtener los dólares. Si el gobierno no tiene en ese momento suficiente pesos para la adquisición de los dólares, tiene que emitir deuda interna. Por lo mismo, la única forma de que el gobierno puede liquidar su deuda externa es mediante el uso de sus propios recursos (ingresos públicos como impuestos), o bien, creando deuda interna.
Es fundamental que el público en general y los funcionarios públicos en lo particular, entienden a fondo este papel tan peculiar y fundamental de las reservas internacionales. No son recursos públicos, sino el respaldo de los billetes y moneda en circulación. Su uso indebido podría no solamente provocar inflación, sino desestabilizar todo nuestro sistema de pagos del país.
Al final de cuentas, el Banco Central contribuye al crecimiento económico y al empleo, mediante la mejor forma que puede y es creando un ambiente de estabilidad macroeconómico para conservar el poder adquisitivo de la población y asegurando (hasta donde puede) que el sistema de pagos funcione bien. Es importante conocer los límites y alcances del banco central para no pedirle lo que no puede hacer.
Que este señor López Obrador ni su gabinete están capacitados para gobernar este hermoso país México