Escrito para “México, ¿Cómo Vamos?”, en Animal Político, 30 de abril de 2020
Es muy conocido que el Banco de México tiene como objetivo prioritario procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional. No obstante, no es su único objetivo, ya que también la ley marca que el Banco debe promover el sano desarrollo del sistema financiero y propiciar el buen funcionamiento de los sistemas de pagos. La pandemia del COVID-19 ha incidido negativamente sobre el comportamiento de los mercados financieros en el país, restando profundidad, restringiendo liquidez y deteriorando las condiciones de operación. Ante estos hechos, el Banco ha anunciado una serie de medidas para que las instituciones financieras sean un vehículo efectivo que permita financiar a las empresas y mantenerlas solventes durante la crisis, con el objetivo de que el sistema financiero sea parte de la solución y no parte del problema.
No obstante, la magnitud y alcance de las medidas ha creado cierta confusión y mala interpretación en el cómo se implementarán y cómo se financiarán. Lo primero que se debe subrayar es que estas medidas comprenden solamente operaciones que la propia ley le faculta al Banco realizar, no implica la indebida utilización de recursos públicos ni pone en riesgo a la propia institución.
En el diseño de estas medidas hay varias consideraciones que hay que destacar. La primera es que los recursos provienen de Banco de México exclusivamente. No hay recursos públicos que se estén poniendo en juego y estas medidas tampoco involucran un incremento en la deuda pública. La segunda es que con estas medidas no se crea dinero de manera permanente ya que la inyección de recursos se retira posteriormente del sistema bancario para evitar su monetización, lo que comúnmente se denomina esterilización. Por ello, al final la cantidad de dinero en el sistema financiero es la misma, solo cambia su distribución. La tercera es que Banco de México no tiene necesidad de usar las reservas internacionales dado que no se está creando nuevo dinero. La cuarta, es que todas estas medidas no representan algún riesgo para el patrimonio del Banco de México. Para que los bancos comerciales y de desarrollo puedan recibir estos recursos tienen que entregar algún activo (colateral) que garantiza el pago de los mismos. Tal y como se hace en un crédito hipotecario en donde la casa que se adquiere garantiza el pago del crédito.
Estas medidas fortalecen la operación y desarrollo del sistema financiero por tres vías. La primera es que mejoran las condiciones de liquidez de las instituciones financieras. Para que los engranes del sistema financiero funcionen se necesitan recursos líquidos que estén disponibles para las instituciones, recursos llamados comúnmente liquidez. Por ejemplo, una empresa que cierra temporalmente deja de percibir ingresos, lo que agota rápidamente su capital de trabajo. Esta situación le dificulta mantener su planta laboral y pagar a proveedores, lo que provoca una reacción en cadena. Una solución es acudir a una institución financiera para solicitar una línea de crédito. Sin embargo, muchas otras empresas que han dejado de percibir ingresos, también han dejado de realizar depósitos en los bancos. Ante una mayor demanda de crédito, pero menos depósitos, las instituciones financieras también se ven afectadas al tener menos liquidez. En un caso extremo, la sostenibilidad de las instituciones financieras pudiera verse comprometida. Para evitar que estas reacciones en cadena ocasionen un mayor daño y que al final paren a todo el sistema financiero, se necesita poner a disposición más liquidez para los bancos que más la necesitan para que éstos a su vez canalicen estos recursos hacia las empresas y personas afectadas por la pandemia.
¿Cómo funcionan estas medidas? ¿Cómo inyecta el Banco mayor liquidez al sistema sin imprimir dinero y sin asumir el riesgo? Varias de las medidas son ampliaciones de instrumentos ya existentes mientras que otras son nuevos con mayores facilidades para su utilización. Por ejemplo, el Banco cuenta con una ventanilla especial para que los bancos comerciales más necesitados puedan disponer de recursos, entregando garantías como colateral. Muchas de las medidas anunciadas implican mayores facilidades para acudir a esta ventanilla, como la ampliación de títulos y/o valores que clasifican como colateral. Otras medidas son préstamos garantizados llamados comúnmente reportos. Al otorgar dichos préstamos, hay incrementos simultáneos en los activos y pasivos del banco, por lo que no hay una afectación al capital contable. Si en un momento dado, un banco no puede pagar el crédito obtenido del Banco Central, este simplemente toma en su lugar las garantías ofrecidas.
Esta inyección de liquidez se distribuye en el sistema bancario garantizando su operatividad. Al final del día el Banco de México retirará del sistema esta inyección usando algunos de los instrumentos de esterilización. En el agregado el sistema financiero se queda con la misma liquidez pero mejor distribuida. Por ello, el dinero de estas medidas viene del propio sistema financiero. El Banco de México simplemente está facilitando una redistribución de liquidez que favorezca a las instituciones más vulnerables durante la crisis. Las medidas orientadas a este fin suman 350 mil millones de pesos lo que representa un 30 por ciento del tamaño de mercado de fondeo interbancario.
La segunda vía es con medidas que incrementan el margen de maniobra de los bancos para que estos puedan dar crédito a las micro, pequeñas y medianas empresas. Con estas medidas, los bancos pueden usar sus activos como garantías para obtener recursos del banco central que sean canalizados a empresas e individuos que se consideran solventes, pero que han sido afectados por las presentes circunstancias. Hay que resaltar que en estas medidas la banca privada es la que asume el riesgo crediticio y el Banco de México no queda expuesto. Por ello, estas medidas no constituyen un rescate a bancos que tengan problemas de solvencia. En la mayoría de los casos, el registro y seguimiento de los nuevos créditos asociados a estas facilidades se hará a través de un banco de desarrollo o institución de fomento, en los mismos términos de otros programas que llevan a cabo dichas instituciones. En los casos en que le conciernen directamente al Banco de México, este continuará aplicando las mejores prácticas para el control de los riesgos en la implementación de estas medidas y en la administración de garantías recibidas para asegurar su suficiencia para cubrir los recursos otorgados a la banca.
El tercer grupo de medidas promueven un comportamiento ordenado de los mercados financieros al facilitar que las instituciones financieras alivien tensiones en sus balances. Ya sea mediante permutas o ventanillas especiales, se les permite a los bancos obtener títulos con mayor liquidez que les facilite el acceso al financiamiento interbancario. Un ejemplo fue el intercambio de instrumentos de deuda del gobierno que realizó esta misma semana el Banco con instituciones financieras por 5,255 millones de pesos. En esta permuta, las instituciones entregaron Bonos con vencimientos entre mayo 2029 y noviembre 2047 al Banco, a cambio de Cetes a 353 y 696 días y Bonos que vencen en diciembre 2021 y junio 2022. En este tipo de medidas, el Banco no enfrenta cambios en el monto de sus pasivos ni activos, sino simplemente cambia el perfil de vencimientos de sus propios valores.
Como se puede apreciar, en ningún caso se comprometen las reservas internacionales, ni se utilicen reservas de otra índole. Al recibir garantías amplias, el Banco no incurre en riesgos indebidos y tampoco no hay una alteración a sus resultados financieros. No hay afectación alguna a la deuda pública, ni el uso de recursos públicos que pudieran afectar el manejo gubernamental del presupuesto público. Simplemente son medidas encaminadas a promover un comportamiento ordenado de los mercados financieros, fortalecer los canales de otorgamiento de crédito y proveer liquidez para el sano desarrollo del sistema financiero, ante condiciones de estrés impuestos por el confinamiento necesario de la actividad económica como respuesta a la pandemia del COVID-19.
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Las opiniones expresadas en este artículo son a título personal y no reflejan los puntos de vista de ninguna institución u organización con la cual me pudieran identificar. Síganme en Twitter en @jonathanheath54
Me parece muy clara la presentación de este tema, aquí se está demostrando que el Banco de Mexico tiene autonomía del gobierno, porque de no ser así, el presidente Lopez estaría ofendido porque a él no le pidieron su opinión para hacer lo que ha hecho el Banco de Mexico.
Tristemente son puras justificaciones para un injusto rescate de proporciones históricas. Mayor al Fobaproa y hecho a priori, antes si quiera de que lo necesiten los bancos… Banxico está permitiendo que los bancos le entreguen todos sus riesgos, que ahora pasan a ser de la nación. Socialización del riesgo, y eventualmente de las pérdidas de los bancos! La mayoría extranjeros. Estás pésimas medidas son un refrito chafa de la expansión cuantitativa de EUA en 2009+, la cuál ha probado ser un tremendo fracaso, ya que vuelven al mismo problema, pero mucho mayor ahora, a penas 11 años después.
Ejemplos de cómo nos pasan el riesgo de los bancos a la población:
> 1. Muchas de las medidas anunciadas implican mayores facilidades para acudir a esta ventanilla, como la ampliación de títulos y/o valores que clasifican como colateral… Si en un momento dado, un banco no puede pagar el crédito obtenido del Banco Central, este simplemente toma en su lugar las garantías ofrecidas.
No se explica qué considera Banxico un colateral aceptable. Todo esto asume que estas garantías van a seguir teniendo valor cuando (no si) los bancos no puedan pagar.
> 2. los bancos pueden usar sus activos como garantías para obtener recursos del banco central que sean canalizados a empresas e individuos… Hay que resaltar que en estas medidas la banca privada es la que asume el riesgo…
¿Cuáles activos? Seguramente se refieren a las reservas de depósitos en cuentas de esos bancos. Esos no son activos del banco, son pasivos! Es dinero que le deben a sus clientes. Además de que esas reservas existen por una razón y relajar esa política monetaria es altamente inflacionario!
> En esta permuta, las instituciones entregaron Bonos con vencimientos entre mayo 2029 y noviembre 2047 al Banco, a cambio de Cetes a 353 y 696 días.
O sea que se les entregan a los bancos ganancias aseguradas en el plazo inmediato a cambio de rendimientos altamente especulativos dentro de décadas? Cuando la moneda puede haber desaparecido en un evento inflacionario? Es increíble leer que un subgobernador del Banco de México nos quiere hacer pensar que esto no es una transferencia del riesgo privado al público en general.
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Finalmente, todos estos programas se asumen temporales y reversibles. Pero no hay un solo país en el mundo que haya podido salir de la expansión cuantitativa antes. Se abre una puerta que no se puede cerrar, y un ciclo vicioso que termina con la posible destrucción de la moneda, así como el mismo banco central.
En tiempos donde el gobierno, democrático y legítimo, se reusa por principios a endeudar al país o rescatar a los bancos y grandes corporaciones, las acciones de Banxico parecen ser una tración a la voluntad del pueblo de México.
El facilitar a los bancos la emisión de créditos es una medida útil, pero de eficacia limitada en una situación como la actual. El enorme «spread» que existe en México entre la tasa del TIIE/Cetes y la tasa a la que se puede adquirir un préstamo. Aunque el «spread» oficial es de 6.25 es una cifra que no coincide con el análisis de los estados financieros de cualquier banco. Van a hacer falta muchos créditos, pero no con las tasas de interés que están acostumbrados a cobrar los bancos, especialmente los que atienden a los sectores más pobres.
https://www.nationmaster.com/country-info/stats/Economy/Interest-rate-spread/Lending-rate-minus-deposit-rate