Ayer, martes 23 de noviembre, se dio a conocer el crecimiento del PIB del tercer trimestre de 1.34% respecto al trimestre anterior (ajustada por estacionalidad) y de 4.45% respecto al mismo periodo del año anterior (tasa anual). El resultado fue una grata sorpresa, no solamente porque fue más elevada de lo que se esperaba, sino también porque el trimestre fue muy complicado para los mercados en términos de volatilidad e incertidumbre, proveniente de mayores riesgos de una crisis de deuda soberana europea y de una recesión en Estados Unidos.
El consenso del mercado (la mediana de la última encuesta de Bloomberg) era de una tasa anual de 3.9 por ciento, con una desviación estándar de 0.3 puntos porcentuales, lo cual nos dice que el rango esperado era entre 3.6 y 4.2%. La tasa anunciada fue de casi dos desviaciones estándar por encima de la esperada, por lo que la sorpresa fue realmente grande.
¿Cuáles fueron los factores que explican un crecimiento mayor al esperado? Primero, el desempeño del sector primario fue muy bueno en el trimestre, con un crecimiento anual de 8.3% y trimestral de 11.76%. Aunque el sector en si es pequeño (sólo representa alrededor de 4% del PIB total), su comportamiento tan dinámico en el trimestre contribuyó al buen desempeño del periodo. Si examinamos las mismas cifras del IGAE para ver el comportamiento mensual dentro del trimestre, encontramos que julio y agosto fueron clave con avances de 8.18 y 6.32%, respectivamente.
Segundo, el desempeño de la actividad económica en general en agosto fue algo decepcionante, ya que hubo una clara desaceleración en las exportaciones no petroleras y en los sectores secundario y terciario. Esto llevó a muchos analistas a revisar a la baja su expectativa de crecimiento para el trimestre y para el año en su conjunto. Sin embargo, septiembre sorprendió con una actuación muy positiva con una tasa mensual de 1.75% para las actividades secundarias y 1.03% para las terciarias. Al final de cuentas, agosto no fue el comienzo de una desaceleración a raíz de la incertidumbre mundial, sino sólo un mes malo aislado que no representó una interrupción de la tendencia alcista.
¿Qué nos dice el número en sí? De entrada, la tasa anual de 4.45% fue mejor al trimestre anterior, ya que el desempeño de este trimestre (de 1.34% en el margen) fue mucho mejor al mismo del año pasado (0.52%). Debemos recordar que la tasa anual representa el crecimiento de cuatro trimestres, por lo que aumenta o disminuye en función de que si el trimestre que se agrega al computo tuvo mejor desempeño o no al que se elimina.
También es relevante la tasa anual del tercer trimestre para el computo de la tasa de todo el año, ya que ésta es el promedio de las tasas de los cuatro trimestres. Tenemos tres de los cuatro datos (4.46, 3.24 y 4.45%), por lo que podemos calcular mediante una regla de tres cuánto tendrá que crecer el PIB en el último trimestre para alcanzar nuestra expectativa del año. Cada 40 puntos base de crecimiento en el cuarto trimestre resulta un 10 puntos base más para todo el año. Por ejemplo, una tasa de 3.8% en el último trimestre implicaría un crecimiento de 4.0% para todo 2011; en cambio, una de 4.2% nos da 4.1% para el año.
Todas las encuestas de expectativas (hasta antes de conocer los datos de ayer) señalaban un consenso de 3.7 o 3.8% de crecimiento del PIB para 2011. Si nadie cambia su expectativa, esto implica un crecimiento implícito para el cuarto trimestre entre 2.6 y 3.0%, lo cual se antoja muy bajo. Si buscamos la consistencia de la tasa anual con la trimestral, implícitamente estas tasas anuales implican una caída en la actividad económica de 0.75 a 0.37%, respectivamente. En otras palabras, con la información que tenemos hoy, tendríamos que observar una tasa negativa en los últimos tres meses del año para que se cumpla lo que esperan los analistas.
Sin embargo, los indicadores económicos disponibles a la fecha señalan que la actividad económica sigue creciendo. Por ejemplo, el Indicador IMEF Manufacturero señala una tendencia alcista. Esto significa que los analistas tendrán que revisar al alza sus expectativas para el PIB.
Según la última Encuesta de Expectativas de Analistas de Mercados Financieros de Banamex (del 3 de noviembre), el más pesimista del mercado es la Casa de Bolsa Vector que espera un PIB de 3.3% para 2011. Para que se cumple su pronóstico, el PIB del cuarto trimestre tendría que desplomarse 2.3% respecto al tercero. Multiva y BNP-Paribas esperan 3.5% para 2011, que implica una caída de 1.5% en el trimestre. Banorte, Barclays, Credit Suisse y Valmex tienen una expectativa de 3.6%, lo que implica una disminución de 1.1%. El más optimista del mercado es JP Morgan que espera 4.0% para el año y por lo tanto, una desaceleración importante (aunque por lo menos todavía un desempeño positivo) a 0.4%.
La consistencia de los números junto con la información que se tiene disponible, nos dice que todos tendrán que revisar sus expectativas al alza. Los más pesimistas, que todavía esperan una desaceleración significativa al final del año, podrán ubicar la tasa para el año entre 3.9 y 4.0%. Los más optimistas, que piensan que se puede mantener el mismo ritmo actual (de 1.3% en los dos últimos trimestres), podrían revisar su número hasta 4.2%. Sin embargo, lo que sí queda muy claro ahora es que difícilmente se puede esperar una cifra para el PIB para 2011 fuera del rango de 3.9 a 4.2%.