Cuando se acercan las fiestas navideñas, lo primero que viene a mente es el rico ponche caliente que tomamos en las posadas. Esta bebida es una de muchas que surgieron en la época colonial de la mezcla de las culturas indígenas y española y que ahora forman parte de nuestras tradiciones navideñas. Lo difícil no es escoger la mezcla exacta de frutas, como guayaba y tamarindo, para hervir con caña de azúcar y después tomárselo en un pequeño jarrito de barro, sino la decisión de ponerle brandy o ron. Yo recomiendo el ron Matusalem Clásico que le da ese toque final perfecto para disfrutar la fiesta y el frio.
No somos los únicos con una bebida navideña. Resulta interesante el amplio número de países que tienen su coctel navideño y las similitudes que existen entre sí. Partimos de dos grandes familias, ambas de origen europea y que se asocian con el concepto de elaborar una bebida caliente con base alcohólica para lidiar con el frio: la primera proviene originalmente de Inglaterra y se prepara con leche y huevos; y la segunda que es a base de vino y especies.
Las bebidas realizadas con leche y huevo son muy similares al rompope navideño que algunas familias hacen para las posadas. En México lo hacemos con yemas de huevo, leche azúcar, almendras y ron. Sin embargo, el original es el llamado eggnog que originó en Inglaterra como una bebida de la alta sociedad. Hace muchos siglos y antes de la tecnología moderna de refrigeración y pasteurización, la leche no era una bebida muy común por la dificultad que existía para preservarlo. Por lo mismo, sólo las familias aristocráticas lo consumían. Aun así, los ingleses lo llevaron a sus colonias en el siglo dieciocho y se convirtió en una tradición muy arraigada en Canadá y Estados Unidos.
Existen muchas recetas, ya que cada familia tiene la suya que ha pasado de generación en generación. Los ingredientes comunes son leche, huevos, azúcar, esencia de vainilla y nuez moscada. Algunos le ponen crema y le agregan más yemas de huevo. En Estados Unidos es más común ponerle whiskey americano (Jim Beam Kentucky Straight Bourbon ó Jack Daniel’s Tennessee Whiskey). En Canadá, prefieren ron o whiskey, pero hay recetas que piden ambos. Lo que sí, es que el ingrediente especial es la nuez moscada, que típicamente va rociada encima y le da ese sabor distintivo. Aunque existen algunas recetas sin alcohol y algunos lo sirven frio, hay que recalcar que sale fuera de la tradición y de los origines históricos.
Existen variaciones del eggnog en muchas partes del mundo, como el coquito de Puerto Rico que lo elaboran con leche de coco y el ponche crema de Venezuela y Trinidad y Tobago. También son tradiciones navideñas, aunque ya existen productos comerciales que presumen recetas secretas. En Chile existe la cola de mono, que es más similar al coctel conocido como ruso blanco, ya que no lleva huevo y está hecho con ron, aguardiente, leche, café y anís.
La otra familia de bebidas navideñas es a base de vino tinto combinado con especies y servido caliente. Formas diferentes de esta bebida existen por toda Europa, pero las más famosas son el mulled wine de Inglaterra, el glögg de los países escandinavos, el glühwein de Alemania) y vin chaud de Francia). No obstante, existe variaciones muy similares por toda Europa del Este como el greyano vino de Bulgaria, el kuhano vino de Croacia, el svarené vino de la Republica Checa, el forralt bor de Hungría, el karstvins Letonia, el izcar de Moldavia), el grzane wino de Polonia), el vin fiert de Romania), el glintwein de Rusia) y el kuvano vino Serbia. En Italia también existe el vin brulé. Incluso, hay una versión chilena conocida como el navegado, mientras que también es popular en países como Sudáfrica y Australia.
El mulled wine o glühwein existe desde hace muchos siglos, por lo que no queda claro si su origen se puede atribuir a un solo país. La cantidad de recetas es inmensa, pero lo que sí queda claro es que siempre se sirve caliente y es una tradición invernal, en especial en la navidad. La receta básica consiste en hervir vino tinto con azúcar a fuego lento, agregando especies como clavo, nuez moscada, cardamomo, canela y vainilla. Muchas de las recetas incluyen naranjas, manzanas, limones, pasas y hasta almendras. Algunos países utilizan miel de abeja y diferentes tipos de pimienta. Dado que el proceso de hervir, aunque sea a fuego lento, reduce el alcohol se agrega ron, brandy, whiskey, kirsch o vodka.
Yo hago una bebida inspirada en el glühwein, que inventó un buen amigo mixólogo argentino, llamado Martini Malbec: ponga una botella de vino tinto Malbec con tres cucharas de azúcar a hervir a fuego lento (lo más lento posible) por una hora (u hora y media), hasta que se tenga una reducción. Agregar un clavo, un poco de pimienta negra entera, tres o cuatro anís de estrella, unas gotitas de vainilla, un palo de canela y hervir por cuatro a cinco minutos más. Colar y dejar enfriar. Agitar dos onzas de Jack Daniel’s, dos onzas de jugo de toronja y una onza y media de la reducción con mucho hielo en una mezcladora. Servir en una copa martinera. Muy recomendable como bebida de bienvenida para la fiesta navideña.