El INEGI publicó la semana pasada la encuesta mensual sobre establecimientos comerciales, que abarca ventas, empleos, remuneraciones y compras de establecimientos grandes y medianos, al por menor y al por mayor. El comercio representa alrededor de 15 por ciento del PIB, por lo que es un componente importante de las actividades terciarias y del Indicador Global de Actividad Económica (IGAE).
Es importante aclarar que “al por menor” no es sinónimo de “al menudeo”, al igual que “al por mayor” no es igual que “al mayoreo”. Las ventas al menudeo son las que se realizan en menor cantidad a precios más elevados y las al mayoreo son de cantidades mayores con precios menores, es decir, se otorga un descuento en el precio por comprar mayor volumen. En cambio, las ventas al por menor y al por mayor son independientes de los volúmenes y precios involucrados, ya que se refieren a la naturaleza del comprador. Si las ventas son a un intermediario se clasifican como al por mayor, mientras que si son a un consumidor final se consideran al por menor.
En esta encuesta, las cifras de mayor interés siempre son las ventas al por menor, dado que como son a consumidores finales, reflejan el consumo de los hogares y son un indicador de cómo va la economía interna. El INEGI reportó que estas ventas aumentaron 3.06 por ciento en noviembre respecto al mes inmediato anterior, que es una tasa muy alta y que por lo mismo, suena como muy buena noticia, reflejo de una mejoría significativa de la economía. Una tasa mensual de 3.06 por ciento es sumamente elevada: si la anualizamos para ver cuánto crecerían las ventas en un año si todos los meses aumentaran igual, nos encontramos con una cifra de 43.6 por ciento.
En principio, uno diría que la tasa elevada obedece a las mayores ventas por el “Buen Fin”, el evento de promociones que se realiza cada noviembre en el fin de semana alargada por el día de asueto asociado con la conmemoración de la Revolución. Sin embargo, dado que el Buen Fin es un fenómeno estacional, sus mayores ventas no deben influir la tasa desestacionalizada. Esto significa que las ventas de noviembre fueron sobresalientes independientemente del Buen Fin, o bien, que el Buen Fin fue sumamente más exitosa en esta ocasión en comparación a los años anteriores. ¿Habrá sido así?
El boletín de prensa que emitió el INEGI dice claramente que los ajustes estacionales consisten en remover las influencias intra-anuales periódicas, debido a que su presencia dificulta diagnosticar o describir el comportamiento del indicador al no poder comparar adecuadamente un determinado mes con el inmediato anterior. Deja claro que estos efectos periódicos son los que se repiten cada año, como lo del Buen Fin. Por lo mismo y sin conocer más que lo que dice el Boletín, no podemos interpretar la tasa elevada como consecuencia del Buen Fin.
Sin embargo, no aclara que en esta caso particular sus series desestacionalizadas no están captando el Buen Fin como un fenómeno estacional, sino más bien como un “outlier” o excepción. La razón es que el Buen Fin es un evento relativamente nuevo, que se ha llevado a cabo a partir de 2011. El modelo de series de tiempo que utiliza el INEGI para desestacionalizar (llamado X12) necesita por lo menos cinco años de observaciones para captar correctamente los patrones estacionales. El Instituto reestima sus modelos a principios de cada año, pero dado que todavía no realiza la reestimación con los datos de 2013, significa que su modelo solo incluye dos observaciones del Buen Fin, insuficientes para captar el patrón estacional.
En dos o tres años más, cuando se acumulan suficientes observaciones del Buen Fin, la serie desestacionalizada de las ventas al por menor cambiará radicalmente las cifras de noviembre a partir de 2011. En ese momento conoceremos realmente que la tasa mensual que ahora reporta el INEGI en 3.06 por ciento, es una tasa significativamente más baja.
Por lo pronto no debemos interpretar esta tasa como muy buena noticia, sino como simple reflejo del Buen Fin. En esta ocasión, la tasa de 12 meses de 1.9 por ciento nos da una mejor idea del desempeño de las ventas. El INEGI también informa que las ventas acumuladas en los primeros once meses del año se ubican 0.6 por ciento por debajo de las acumuladas en los mismos meses de 2012, lo cual contrasta con el incremento de 4.3 por ciento registrado para el mismo periodo un año antes.
Este mismo sesgo, aunque con menor peso, se presenta en los datos del IGAE y de las actividades terciarias de noviembre.
Un excelente artículo que nos deja ver una vez más la situación económica real que prevalece en el país, y nos da pauta para replantear que debemos de hacer para incentivar nuestra economía que va en declive