Estamos todos muy conscientes del estancamiento de la actividad económica del año pasado. Las cifras oficiales del INEGI del Sistema de Indicadores Cíclicos clasifican el comportamiento de la economía como “recesión”. A pesar de que empezó el sexenio con muchas expectativas y promesas de más crecimiento a raíz de unas maravillosas reformas, numerosos factores tanto internos como externos se conjuntaron para apagar la marcha de la economía. El crecimiento del PIB de 2013 fue menos de la mitad del promedio anual del sexenio anterior, que a su vez fue el menor de los últimos cuatro sexenios.
Ya arrancamos abril, por lo que el primer trimestre de 2014 ya terminó. En principio, ya se aprobaron todas las reformas, la economía de Estados Unidos ha mejorado y el gobierno está gastando lo que nunca se había visto. Pero la economía sigue estancado. Prácticamente todos los indicadores económicos disponibles a la fecha apuntan a que el crecimiento de este trimestre no será mayor al anterior y posiblemente hasta menor. Si la actividad económica no empieza a responder en estos siguientes meses, no solamente vamos a ver serias revisiones a la baja en las proyecciones de crecimiento para el año, sino que nos vamos a acercar a las elecciones de mitad del sexenio con una población decepcionada, frustrada y muy desilusionada. La promesa implícita del gobierno de que las reformas era la panacea para todos nuestros malos simplemente quedará en el incumplimiento.
Ayer se reportó el Indicador IMEF de marzo con resultados mixtos en el mejor de los casos. Por un lado, el Indicador Manufacturero registró 52.7 puntos, el mejor nivel que se ha observado desde agosto de 2012. Después de cinco meses de una tendencia lateral y cercana al umbral de los 50 puntos, por fin parece ser que comenzó una tendencia al alza. Pudiéramos pensar que la mejora en la actividad económica de Estados Unidos empieza a impulsar una mayor demanda por nuestros productos, por lo que la actividad manufacturera mexicana está respondiendo. Sin embargo, debemos tener cuidado con esta interpretación, ya que es una recuperación incipiente y todavía muy frágil. No obstante, la buena noticia es que pudiera estar por reactivarse nuestro principal (¿y único?) motor de crecimiento.
Sin embargo, el Indicador IMEF No Manufacturero cayó un punto en marzo y registra el tercer mes al hilo con disminución. Las actividades terciarias (comercio y servicios) muestran una debilidad creciente, signo de que la economía interna sigue estancado. Confirman el hecho las importaciones de febrero, que registraron caídas significativas, en especial en los bienes de consumo (reflejo del gasto de los hogares) y de los bienes intermedios (reflejo de la producción de las empresas). El Banco de México reporta una disminución en la tasa de inflación, pero reconoce que la falta de presiones inflacionarias (a pesar de los efectos nocivos de la reforma fiscal) se debe a la presencia de una brecha de producción negativa, que significa una actividad económica débil que crece muy por debajo de su potencial. Otros indicadores, aunque todavía de enero (como construcción y ventas al menudeo) confirman básicamente el mismo mensaje.
Pero, ¿por qué no arranca la economía? La respuesta es relativamente sencilla: la reforma fiscal del gobierno es recesiva. Los hogares tienen un ingreso personal disponible menor y enfrentan precios mayores, mientras que las empresas tienen ahora menos incentivo para invertir, ya que no pueden deducir la totalidad de su gasto como antes. En vez de combatir la informalidad, el gobierno introdujo medidas que lo incentiva, ya que le hizo la vida más difícil al sector formal.
¿Cómo funciona la política fiscal anticíclica en otros países como Estados Unidos? Cuando enfrentan una recesión, el gobierno disminuye los impuestos para incrementar el ingreso de los hogares y así incentivar el consumo. ¿Qué hizo el gobierno mexicano? Justo lo contrario. Le quitó recursos a los hogares para financiar un mayor gasto público. Sin embargo, es un gasto menos productivo y menos generador de empleo. Al mismo tiempo, aumentó el déficit fiscal que implica buscar financiamiento en el mercado, compitiendo por recursos con el sector privado. Cada peso más que agarra el gobierno del mercado, es un peso menos disponible para la inversión de las empresas y de los hogares. No es un aumento del gasto total, sino un desplazamiento de una parte por otra.
El año pasado, la economía no creció por culpa de factores internos y externos. Parece ser que este año serán solo los internos.
Hola Jonathan, Siempre leo con mucho interés tus escritos pues me parecen de los más lúcidos respecto de la economía de México y además muy bien explicados. Sin embargo, he comentado en otros foros que me parece que en México todavía falta pasar de los comentarios críticos a las propuestas y planteamientos de orden económico que generen corrientes de opinión que pudieran quizá inducir al estado mexicano a tomar mejores medidas de política económica. En el caso particular del estancamiento de este primer trimestre del 2014, es sumamente relevante para el país que los economistas salgan a presentar sus ideas y propuestas sobre lo que debe de hacerse de inmediato para evitar que se extienda esta situación crítica de la economía que incluye también a todo el 2013. Tu eres de los especialistas que más se anima a hacer los necesarios señalamientos de diagnóstico y causas de los problemas de falta de crecimiento, como es el caso de este artículo sobre el último trimestre, pero por favor permíteme opinar que sigue faltando la recomendación. Si como mencionas tenemos un problema de una política fiscal contracíclica ¿ no es posible que ello pudiera compensarse con una política monetaria un poco más laxa? ¿o que otra opción nos quedaría? ¿no sería bueno exponer públicamente propuestas que si se respaldan por los mejores economistas de México orillen al gobierno a tomar mejores decisiones?. Si consideras que mi comentario no está bien centrado no dudes en señalarlo, a mi me parece que tu opinión, por tu trayectoria, sería mucho más sustentada. Saludos y muchas gracias por compartir tus conocimientos y criterios mediante este espacio
Un complemento a mi comentario anterior y es que acabo de leer el nuevo artículo denominado «La tasa de desempleo en México» publicado también el día de hoy por el autor de este blog, y no puedo resistirme a mencionar la excelencia con que está escrito, principalmente por su contenido y pertinencia para nuestro país, además de que se dejan recomendaciones puntuales muy importantes. Jonathan, muchas gracias de nuevo.
Estimado Johnathan,
El problema de corrupción bajo este nuevo regimen es algo que yo nunca había visto. No hay como contratos con el gobierno sin pagarle a alguien. Ve lo que esta pasando con PPI y Pemex, todas las compras concentradas bajo alguien que hasta hace un año trabajaba en vienes raíces. Así que en mi opinión, la corrupción y lo dificil que es hacer negocios en nuestro país están llevando a una subversión de todos niveles. Y esos que soy Priista.
Creo que la gente que está en el gobierno sabe perfectamente lo que ocurre porqué cuentan la la información de primera mano y los técnicos para analizarla, dudo que sea un tema de desconocimiento o falta de propuestas para corregir el rumbo, desafortunadamente los políticos nacionales no son sujetos que asumen sus errores por el costo que tienen y gustan de ocultar, maquillar o justificar los resultados a base de discursos o publicidad antes que hacer los ajustes necesarios en tiempo y en coordinación con los emprendedores del país . En un país donde vale más ser fregón que inteligente, nuestros políticos prefieren verse como la panacea que cómo ejecutivos responsables.Que la empresa privada nos ampare! La historia valida este hecho una y otra vez.