Anticipar la trayectoria de la economía es una tarea intrínseca de los economistas y analistas de mercados. Los primeros lo hacen porque es un apoyo esencial para la planeación, las decisiones de inversión y la toma de decisiones en las organizaciones. Los segundos lo necesitan para anticipar los movimientos de mercados. En principio, entre más diferente es el resultado de un indicador a lo esperado, más grande puede ser la reacción del mercado. Por lo mismo, para evitar sorpresas desagradables, existe mucha demanda por proyecciones acertadas.
En respuesta a esto, existe una gran oferta de proyecciones profesionales de consultorías, organizaciones e instituciones, tanto privadas como públicas, académicas y hasta internacionales. Cada uno de ellos hace un análisis exhaustivo de los indicadores económicos de coyuntura y mediante modelos econométricos, realizan sus proyecciones sobre las principales variables de la economía. Sin embargo, utilizan metodologías diferentes y supuestos distintos, por lo que muchas veces terminan con resultados muy variados. Esto hace que la selección de una sobre otra resulte una tarea muy difícil.
De aquí nace la práctica de combinar los resultados de proyecciones independientes para obtener un promedio, a lo que se refiere como el “consenso”. Estudios empíricos han encontrado que estas proyecciones son, en general, más acertadas que las individuales, lo cual ha hecho que su uso haya crecido en forma significativa en las últimas décadas y ahora es práctica común en instituciones financieras, organizaciones públicas y empresas privadas. En especial, los bancos centrales lo han adoptado como el mejor método para medir las expectativas del sector privado.
El consenso se deriva de una encuesta (ya sea semanal, quincenal o mensual), de un grupo de proyecciones individuales que típicamente van de 15 hasta 50 respuestas. La práctica común es dar a conocer las respuestas individuales, junto con la media, la mediana, la mínima, la máxima, la desviación estándar y el rango. Las últimas dos estadísticas reflejan el grado de incertidumbre entre las respuestas, mientras que las primeras dos involucran el consenso. La mínima y la máxima nos dan una idea de los valores extremos (outliers). La práctica más común es utilizar la mediana como el consenso, ya que elimina las proyecciones atípicas que pueden introducir un sesgo a la media, especialmente en muestras pequeñas.
En México, habría que distinguir entre las encuestas que se realizan en el extranjero sobre la economía mexicana y las elaboradas por instituciones en el país. De las extranjeras, una de las primeras empresas fue Consensus Economics, establecida en 1989 en Inglaterra, que elabora proyecciones de consenso para más de 85 economías en el mundo. En especial, la cobertura de México inicia en 1993 con la publicación de Latin American Consensus Forecasts. Posteriormente, surge LatinFocus, una empresa española fundada en 1998 que recaba información sobre consensos para más de 60 países.
En el caso de las elaboradas por instituciones mexicanas, una de las primeras y más difundidas es la Encuesta de Expectativas de Analistas de Mercados Financieros de BANAMEX, que inicia a fines de la década de los 90 y consiste en preguntas sobre variables enfocadas a los mercados. Aunque esta encuesta solo abarca cuatro variables, tiene la ventaja de ser quincenal. La más conocida de todas es la Encuesta de Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado del Banco de México, que empezó en 1994 con la idea de alimentar al banco central con información sobre expectativas que pudieran influir en las decisiones de política monetaria. No obstante, ésta tiene la desventaja de ser la única de no proporcionar las respuestas individuales de los participantes.
Por último, quedan las de Bloomberg y otras agencias de información financiera, que preguntan los viernes las expectativas de los principales indicadores económicos que se darán a conocer la próxima semana. En general, estas expectativas son los consensos contra los cuales se miden los analistas y traders de los mercados financieros cada semana. Su desventaja principal es que es de difusión restringida y a veces de poca participación.
Los resultados de las encuestas pueden ser muy relevadores de la seriedad de cada encuestado. Muchas veces proporcionan cifras sin sentido y a veces hasta de risa. Por ejemplo, la encuesta de Banamex de ayer señala que el consenso para la inflación de la primera quincena de julio (que se da a conocer hoy a las 9:00 am) es de 0.15 por ciento. Sin embargo, BX+ anticipa 0.37 por ciento y Nomura espera que sea -0.06 por ciento. ¿Quién le atinó?
Dr. Jonathan Heath
Buenas noches, quisiera saber si usted sabe donde podría encontrar los datos de la Encuesta de Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado cuando empezó en 1994, ya que en Banxico solo se encuentran datos a partir de 1994, espero me pueda proporcionar algún tipo de información al respecto, agradeciendo su atención le envió un cordial saludo.
Si en Banxico tiene datos a partir de 1994 y la encuesta empezó en 1994, ¿qué es lo qué te falta?
Disculpe error de redacción, tiene datos a partir de 1999
Deberías solicitarlos directamente a Banxico. Yo lo hice una vez hace muchos años y me mandaron un archivo maestro. Sería con la Dirección General de Investigación. Sin embargo, yo ya no lo mantengo al día desde que Banxico cambió el formato de la encuesta hace un par de años y no se mantuvo la compatibilidad.
Muchas gracias por su ayuda Dr., le mando un cordial saludo