La Apuesta del Crecimiento

Prácticamente desde el principio de 2013, todos los analistas (sin excepción) estuvieron revisando a la baja su estimado de crecimiento económico para el año. De un consenso que llegó a estar en 3.6 por ciento a mediados de 2012, terminamos el año en 1.1 por ciento. Algo muy parecido sucede ahora con las expectativas del crecimiento para 2014; a principios de 2013 el consenso indicaba que el PIB pudiera crecer cerca de 3.9 por ciento en 2014. Igual que con la expectativa del año anterior, se ha venido revisando continuamente a la baja y ahora en abril el consenso señala crecimiento de 3.0 por ciento.

El problema para 2014 es que se esperaba una mejor reforma fiscal, inversión privada al alza en anticipación a todas las demás reformas, la recuperación de la industria de la construcción y un mejor desempeño de la economía estadounidense. Pero la reforma fiscal resultó significativamente recesiva, la mayoría de las demás reformas siguen atoradas con sus leyes secundarias, la construcción sigue estancada y Estados Unidos empezó el año con condiciones climatológicas adversas. A estas alturas queda claro que el primer trimestre fue muy débil y cada vez más dudamos de una recuperación en forma.

Prácticamente todas las encuestas de expectativas tienen medianas de 3.0 por ciento, incluyendo las estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial. La última encuesta quincenal que levanta Banamex entre alrededor de 25 instituciones financieras (22 de abril) muestra una distribución muy cercana a una normal (con el promedio casi igual a la mediana), con 10 instituciones que esperan crecimiento menor a 3 por ciento, 12 que anticipan una tasa superior al 3 y tres con expectativas puntuales de 3 por ciento. La institución más pesimista es Vector (2.4 por ciento) y la más optimista es HSBC (3.7 por ciento).

La pregunta que todos nos hacemos es que si este proceso de revisión a la baja seguirá y si es el caso, hasta dónde. Por lo pronto, la evidencia confirma crecimiento muy bajo para el primer trimestre, con mucha debilidad en ciertos segmentos, pero indicios de que pudiera mejorar (aunque sea marginalmente) a partir del segundo trimestre. Como suele suceder, hay algunos analistas que ven posibilidades de mejoría, mientras que hay otros que simplemente no ven cómo la economía pudiera alcanzar el tres por ciento. Al respecto, hace algunas semanas, Leo Zuckerman (ForoTV) y Gerardo Esquivel (Colmex) cruzaron una apuesta con Raul Feliz (CIDE) y Luis de la Calle (CMM), en la cual los dos primeros apostaron que el crecimiento quedará por debajo de 3 por ciento, mientras que los últimos dos por arriba.

De entrada, la apuesta esta raro, ya que en vez de utilizar el crecimiento anual del PIB en 2014 como parámetro, tomarán el crecimiento de fin de año, es decir, el último trimestre de 2014 entre el PIB del último de 2013. Esto hace que parten de una base diferente, ya que en vez de tomar la tasa oficial del PIB de 2013 de 1.06 por ciento, utilizarán el último trimestre de ese año que creció 0.67 por ciento. Incluso, Zuckerman menciona el crecimiento de diciembre, en cuyo caso tendrá que ser el IGAE, que creció tan solo 0.60 por ciento en diciembre respecto al año anterior.

Lo curioso es que Zuckerman escribe ahora en un informe sobre la marcha de la apuesta, que el IGAE de febrero avanzó tan solo 0.54 por ciento en febrero, lo cual dice que es signo de debilidad. Pero le gana la aritmética, ya que si todos los meses crecieran 0.54 por ciento, el IGAE crecería 6.6 por ciento en el año. Dado que enero solo creció 0.24 por ciento, supongamos que el resto del año creciera igual al promedio de enero y febrero (0.39 por ciento). En este caso el crecimiento terminaría en 4.75 por ciento.

¿Cuál es la diferencia de haber apostado el crecimiento fin de año en vez del promedio? Zuckerman tendría mucho más posibilidades de ganar, ya que una tasa mensual de 0.39 por ciento daría una tasa promedio de tan solo 3.08 por ciento, contra 4.75 por ciento de fin de año. Pero lo interesante es que la apuesta no arranca de un primer trimestre estancado, que después no puede recuperarse lo suficiente para alcanzar un crecimiento de 3 por ciento, sino más bien de que la desaceleración o estancamiento tendrá que ser aún más que lo observado a principios de año. En otras palabras, con que la economía siga igual o incluso ligeramente peor, Zuckerman va perder la apuesta. Para ganar, la economía tendrá que deteriorarse mucho pero mucho más en lo que resta del año. ¿Será?

3 comentarios en “La Apuesta del Crecimiento”

  1. Eduardo Avila Vargas

    El pasado 28 de abril, se dio a conocer el Programa Nacional de Infraestructura en el cual se menciona una estimado del PIB para el 2014 de +3.5%. ¿SHCP adelantó su revisión?

    saludos

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