El INEGI anunció que el Producto Interno Bruto (PIB) creció 0.45% en el tercer trimestre del año, respecto al trimestre previo y a partir de cifras desestacionalizadas. También divulgó que en su comparación anual y con datos originales, el PIB aumentó 3.32% respecto al mismo periodo del año anterior. Si buscamos los datos en el Banco de Información Económica (BIE) del INEGI, encontramos que la tasa acumulada del PIB en lo que va del año es 4.19%. Para compararnos con Estados Unidos necesitamos calcular la tasa anualizada a partir de la serie ajustada, que resultó 1.82%. Finalmente, si observamos la tendencia-ciclo del PIB observamos que se incrementó 0.58% respecto al trimestre anterior, que anualizado significa un avance de 2.33%.
¿Confuso? ¿Qué dato debemos tomar? ¿Cuánto creció el PIB? ¿3.32, 0.45, 4.19, 1.82, 0.58, 2.33 o alguna otra tasa? ¿Cómo debemos interpretar el comportamiento del PIB del tercer trimestre? ¿Fue bueno o malo el reporte? ¿Podemos afirmar una desaceleración? Con estas cifras, ¿qué podemos esperar para el año?
En principio, todas las tasas nos dicen algo, simplemente son perspectivas distintas del comportamiento de la actividad económica en un momento dado. Lo que debemos hacer es ver una por una y tomar nota de lo que nos dice (y no nos dice) cada una. Tenemos que tener cuidado de no sobre o sub analizar los números y después armar el rompecabezas para llegar a algunas conclusiones.
El primer dato que típicamente vemos es la tasa anual, que es la variación del trimestre respecto al mismo trimestre del año anterior (3.32%). De entrada observamos que es la tasa más baja desde el segundo trimestre de 2011 y la segunda más baja desde 2010 a la fecha. Si lo comparamos con la tasa del trimestre anterior (4.45%) vemos que fue más baja. ¿Por qué se calcula esta tasa respecto al año anterior? Aunque pareciera que la razón principal es que queremos ver cuánto crecimos en los últimos cuatro trimestres (un año), realmente lo que estamos haciendo es compararnos con un trimestre similar dado que existe un patrón estacional que distorsiona el comportamiento trimestre a trimestre. La comparación con el mismo trimestre del año anterior es equiparable a un ajuste estacional muy burdo.
Existen varios problemas al querer interpretar la tasa anual. Primero, refleja el crecimiento de cuatro trimestres (a diferencia de uno solo), por lo que no podemos realmente aislar el comportamiento del trimestre en sí. Si calculáramos la tasa respecto al trimestre anterior sin tomar en cuenta la estacionalidad, podríamos encontrar una tasa negativa sin saber si se debió a un mal trimestre o simplemente al patrón estacional. Sin embargo, esta tasa refleja la acumulación de cuatro tasas trimestrales, por lo que puede variar respecto al periodo anterior tanto por el nuevo trimestre que agregamos como por el que quitamos (en este caso el tercer trimestre de 2011. Si observamos el tercer trimestre de 2011, encontramos que fue el de mayor crecimiento de los últimos once trimestres, por lo que no queda claro si la desaceleración mostrada se debió al nuevo trimestre que estamos considerando o al que dejamos incluir.
Esto nos lleva a la necesidad de aislar el patrón estacional para analizar el comportamiento del trimestre por sí sólo, es decir, en el margen. Mediante técnicas econométricas se calcula el patrón estacional para después quitárselo a la serie original del PIB y obtener lo que llamamos el PIB desestacionalizado o ajustado por estacionalidad. Ahora sí, sin preocupación de una contaminación estacional, podemos calcular la tasa de crecimiento respecto al trimestre anterior, que resulta en un avance de 0.45%. Lo primero que observamos es que es la tasa más baja para un trimestre desde que empezó la recuperación a partir del tercer trimestre de 2009. Esto nos permite pensar que el avance en la tasa anual se debió más a factores estacionales y no a un avance sólido en la actividad económica. Definitivamente es evidencia de una desaceleración significativa en el tercer trimestre, pero todavía no podemos afirmar si es un dato aislado o bien, una tendencia a la baja que podría continuar.
Una de las características de la economía mexicana en los últimos (casi) tres años es que hemos crecido casi a contrapelo de Estados Unidos. Mientras que nuestro vecino ha registrado tasas de crecimiento muy bajos, nosotros hemos logrado crecer mucho más. Por ejemplo, en el primer y segundo trimestre de esta año nosotros crecimos 5.35 y 3.26%, respectivamente, mientras que Estados Unidos creció 2.0 y 1.3%. ¿Cómo nos comparamos ahora con el tercer trimestre? Estados Unidos siempre reporta sus tasas en términos anualizado, es decir, elevado a la cuarta para interpretar su tasa en un contexto anual. El pasado 26 de octubre el Bureau of Economic Analysis divulgó la primera estimación de crecimiento de su país en 2.0%. Para realizar la comparación, necesitamos elevar nuestra tasa de 0.45% a la cuarta, es decir, 1.0045^4 (en términos de Excel), lo que arroja una tasa de 1.82%. Inmediatamente resalta el hecho de que nuestro avance (por primera vez desde que inició la recuperación) es menor a la de Estados Unidos. No sólo confirma una desaceleración sino que es indicativo de que en este trimestre no pudimos sostener la tendencia observada en trimestres anteriores.
Lo que sigue es analizar la tendencia-ciclo del PIB, es decir, no solamente aislar el patrón estacional, sino también eliminar el ruido blanco y la tendencia de largo plazo para ver por sí sólo el comportamiento cíclico de la economía. Aunque esta serie registra 14 trimestres consecutivos al alza, queda clara una tendencia cíclica a la baja que se registra desde el último trimestre del año anterior, es decir, llevamos cuatro trimestres con una tendencia a la baja. Esto significa que aunque el tercer trimestre de 2012 se caracterizó con una tasa de crecimiento positivo pero la menor de los últimos seis trimestres, la tendencia a crecer menos viene desde hace un año.
Por último, ¿qué significa el desempeño del tercer trimestre para las perspectivas de crecimiento del año en su conjunto. La tasa de crecimiento acumulada de los tres trimestres del año es de 4.19%. Nos falta un trimestre de cuatro para saber la tasa anual. Como regla de aproximación, la tasa para todo el año es (casi) el promedio de las tasas anuales de los cuatro trimestres. Por lo mismo, no podemos proyectar la tasa del año sin tomar en cuenta que ya contamos con tres cuartas partes de la información.
Para hacer la proyección del año, tenemos que suponer que el INEGI no revisará las tasas de trimestres anteriores y que no cambiará el patrón estacional ya reportado. Mediante estos supuestos, podemos revisar las proyecciones existentes y calcular implícitamente el comportamiento del cuarto trimestre. Para este ejercicio, utilizamos la encuesta quincenal de Banamex del 5 de noviembre para contar con las proyecciones más recientes. El consenso de la encuesta es de 3.8% para 2012, lo que implica una tasa anual de 2.8% y una tasa trimestral de prácticamente 0%. A mí en lo particular se me hace difícil pensar que la actividad económica no avance en los últimos tres trimestres del año. Por ejemplo, si el crecimiento del cuarto es igual al tercer trimestre, la tasa anual del trimestre sería 3.2% y la tasa para el año sería 3.9%.
El participante más pesimista de la encuesta Banamex es la institución HSBC, que piensa que el crecimiento del año será 3.6%. Esto implica una tasa anual de 2.0% para el último trimestre y una tasa marginal de -0.7%. En otras palabras, HSBC espera un desplome en la actividad económica en estos últimos tres meses. El participante más optimista es la institución Barclays que pronostica una tasa de 4.0% para todo 2012. Para llegar a esta cifra, la tasa anual del último trimestre tendría que crecer 3.4%, lo que implica un avance marginal de 0.7%.
Aquí la pregunta que debemos hacernos es si pensamos que el comportamiento de la actividad económica al final del año va ser menor, igual o mejor que el tercer trimestre. Obviamente faltan datos duros para contestar bien la pregunta, pero creo que todavía es factible alcanzar una tasa de 4.0% para el año. Dentro de tres meses veremos.