La Encuesta Nacional Sobre Confianza del Consumidor (ENCO) es conocido en México porque de sus resultados mensuales se calcula el Índice de Confianza del Consumidor (ICC). Para su construcción se emplean las respuestas de cinco preguntas:
- Comparada con la situación económica que los miembros de este hogar tenían hace 12 meses, ¿cómo cree que es su situación económica en este momento?
- ¿Cómo considera usted que será la situación económica de los miembros de este hogar dentro de 12 meses respecto a la actual?
- ¿Cómo considera usted la situación económica del país hoy en día comparada con la de hace 12 meses?
- ¿Cómo considera usted que será la situación económica del país dentro de 12 meses respecto a la situación actual?
- Comparando su situación económica actual con la de hace un año, ¿cómo considera, en el momento actual, las posibilidades de que usted o alguno de los integrantes de este hogar realice compras tales como muebles, televisor, lavadora, otros aparatos electrodomésticos, etcétera?
Las posibles respuestas son: mucho mejor, mejor, igual, peor y mucho peor. Se ponderan las respuestas a cada pregunta con valores incrementadas en 25 puntos desde cero a cien, con la finalidad de construir un subíndice para cada pregunta. De esta forma si el 100 por ciento de las respuestas son “mucho mejor”, el subíndice toma el valor de 100, mientras que si todas las respuestas fueran “mucho peor”, el subíndice sería cero. Finalmente se saca el promedio de los cinco subíndices para obtener el ICC, lo que se conoce como un indicador de difusión. En principio, el ICC y sus cinco subíndices son muy valiosos para que los analistas de la economía mexicana evalúan el “humor” de los hogares. Sin embargo, el INEGI igualó los resultados de enero de 2003 a 100, lo que limita el análisis y muchas veces genera confusión e imprecisiones.
Lo que no sabe mucha gente es que aunque el ICC está compuesto por cinco preguntas, la ENCO abarca 15. La temática de la Encuesta se forma con la opinión de los encuestados sobre:
- Situación económica, presente y futura de la persona entrevistada.
- Situación económica, presente y futura de los miembros del hogar.
- Situación económica, presente y futura del país.
- Situación actual del consumo de bienes básicos como alimentos, zapatos y ropa, así como de bienes de mayor costo como televisor, lavadora y otros aparatos electrodomésticos.
- Posibilidad de salir de vacaciones.
- Posibilidad de ahorrar, en el presente y en el futuro.
- Comportamiento esperado de los precios a futuro.
- Situación del empleo en el país en los próximos 12 meses.
- Poder de compra de la población para adquirir automóvil y casa en los próximos dos años.
Aunque el BIE del INEGI tiene las series completas de los cinco subíndices y el índice total de base enero de 2003 igual a 100, no publica los cinco subíndices en su versión original ni las series resultantes de las otras diez preguntas. La única forma de comparar uno de los subíndices con otro es en su versión original. Si el INEGI publicara los 15 subíndices originales, los analistas no solo pudieran realizar comparaciones válidas, sino también construir sus propios indicadores. Por ejemplo, su podrían agrupar las preguntas que abarcan la situación o percepción actual de los hogares para construir un índice de confianza actual, o bien, juntar las preguntas que indagan sobre las situaciones esperadas para calcular un índice de expectativas.
Las diez preguntas que no se dan a conocer son muy interesantes y de utilidad para el análisis de la coyuntura. En especial, algunas provocan mucha atención para ciertos sectores de la economía. Por ejemplo, las posibilidades de comprar un automóvil deben ser de gran relevancia para los productores y distribuidores de automóviles en el país, mientras que los planes de comprar, construir o remodelar una casa lo serán para las direcciones hipotecarias de las instituciones financieras, la industria de la construcción y el sector de bienes raíces del país. ¿Cuáles son estas preguntas?
Las 10 preguntas de la ENCO que no forman parte del ICC son:
- ¿Cómo describiría usted su situación económica comparada con la de hace 12 meses?
- ¿Cómo cree usted que será su situación económica dentro de 12 meses respecto a la actual?
- ¿En este momento tiene usted mayores posibilidades de comprar ropa, zapatos, alimentos, etcétera que hace un año?
- ¿Considera usted que durante los próximos 12 meses usted o alguno de los integrantes de este hogar tendrán posibilidades económicas para salir de vacaciones?
- ¿Actualmente usted tiene posibilidades de ahorrar alguna parte de sus ingresos?
- ¿Cómo considera usted que serán sus condiciones económicas para ahorrar dentro de 12 meses comparadas con las actuales?
- Comparando con los 12 meses anteriores, ¿cómo cree usted que se comporten los precios en el país en los siguientes 12 meses?
- ¿Cree usted que el empleo en el país en los próximos 12 meses…?
- ¿Algún miembro de este hogar o usted están planeando comprar un automóvil nuevo o usado en los próximos dos años?
- ¿Algún miembro de este hogar o usted están planeando comprar, construir o remodelar una casa en los próximos dos años?
Como se puede apreciar varias de estas preguntas son sobre las posibilidades de comprar, ya sea bienes no duraderos, vacaciones, un automóvil o una casa, que complementan e forma natural a la que sí está considerada en el ICC sobre las posibilidades de comprar bienes duraderos. Por lo mismo, le pedimos las series de la Encuesta al INEGI de estas cinco preguntas y construimos un nuevo indicador que le llamamos “Posibilidades de Compra” (ver gráfica). Tratándose de un indicador de difusión, tiene un rango de cero (total pesimismo) a 100 (total optimismo), mientras que se puede considerar a 50 como el umbral relativo entre el optimismo y el pesimismo.
Para analizar este índice especial, le hemos añadido una línea de tendencia (polinómica de grado 6), que es la línea roja suavizada más gruesa. De entrada es interesante observar que el indicador nunca se ha acercado a la zona de optimismo, sino más bien a fluctuado de 2004 a 2014 entre un rango de 14 a 28 puntos. Se puede apreciar como disminuye significativamente en la recesión de 2008-2009, para después iniciar una recuperación a partir de 2010. También refleja muy bien el deterioro reciente de la economía mexicana a partir de 2013.
Los últimos datos de la gráfica nos señalan que los hogares perciben actualmente sus posibilidades de compra en forma muy pesimista, cerca de los mínimos históricos que se presentaron en la gran recesión en 2009. Sin embargo, mientras que la actividad económica disminuyó 4.7 por ciento en 2009, el PIB avanzó 1.1 por ciento en 2013. Parece ser que el pesimismo actual se debe más al deterioro continuo en el poder adquisitivo y en el ingreso personal disponible de los hogares, acentuado por los efectos nocivos de la reforma hacendaria.