Desde principios de año, prácticamente todas las encuestas y opiniones sobre la actividad económica para 2012 son bastantes pesimistas. La razón principal es que vaticinan un estancamiento de la actividad económica en Estados Unidos. Si nuestros vecinos no crecen mucho, no tendremos suficiente demanda para nuestras exportaciones no petroleras y sufriremos una desaceleración. Incluso, ya empezamos a experimentar menos crecimiento en las exportaciones en el último trimestre del año pasado.
Sin embargo, para mí no queda claro que Estados Unidos se desacelerará, algo que he comentado en artículos anteriores sobre las perspectivas económicas de 2012. Ahora que ya terminó enero y empezamos a obtener cifras sobre el desempeño de la actividad económica, encontramos un balance realmente positivo. De entrada, la tasa de desempleo bajó a 8.3 de 8.5% en diciembre, lo cual subraya la tendencia a la baja que se observa desde septiembre del año pasado. Durante el primer mes del año, se crearon 243 mil empleos en Estados Unidos, que fue no solamente una cifra ampliamente mayor a la prevista por analistas, sino señal de una pujante recuperación económica.
El indicador ISM manufacturero registró un nivel de 54.1, no solamente un punto entero por encima de diciembre, sino también el tercer mes consecutivo con incremento. El número nos dice que cada vez más la actividad manufacturera se está alejando de una desaceleración y su tendencia señala la posibilidad de regresar a los niveles superiores que se registraron hace un año. El indicador no manufacturero, que marca la pauta de los servicios, se elevó a 56.8 puntos en enero (de 53.0 en diciembre), que ya se ubica en terrenos de una economía brioso. Hay que recordar que estos indicadores tienen la característica de ser “adelantados”, por lo que podemos pensar que la economía norteamericana está lejos de una desaceleración.
Esto tiene muchas implicaciones para México, en especial, para la actividad exportadora que es nuestro principal motor de crecimiento. Si Estados Unidos continúa por el camino señalado, debemos pensar que el crecimiento del PIB mexicano en 2012 será más cercano a 4% que al 3% que la mayoría señala.
En México todavía no tenemos cifras de desempleo, pero ya están disponibles los índices de difusión. Tanto el Indicador IMEF manufacturero como el Indicador de Pedidos Manufactureros del INEGI señalan mejorías en los nuevos pedidos como en la producción, pero más importante todavía, el del IMEF marca una tendencia alcista desde octubre del año pasado. El Indicador IMEF no manufacturero marca también una tendencia positiva similar.
Los índices de confianza, tanto del consumidor como del productor, mostraron incrementos en enero. Mejor aún, el Indicador Agregado de Tendencia aumentó a 52.9 en enero desde 51.7 en el mes anterior como resultado de una mejoría en cada uno de sus cinco componentes.
Apenas estamos empezando a recibir los primeros datos de enero, por lo que falta mucho por ver. Sin embargo, estas cifras pintan bien y sugieren un muy buen comienzo de año. Parece ser que el tipo de cambio refleja este comportamiento, ya que durante todo el mes mostró una tendencia a la baja de casi un peso completo. El 31 de diciembre registró 13.99 mientras que al final de enero ya se situaba en 13.00 pesos.
Estaremos en espero de más datos para ver si se confirma la mejoría.
¿Es correcto pretender reforzar la tendencia del precio del dolar, el crecimiento económico y la confianza de los sectores con el comportamiento de los ciclos económicos? Me gustaría saber si es valido pretender una correlación entre estos elementos.
Más que correlación, el crecimiento económico, la confianza de los sectores y muchos elementos más, son los que determinan el ciclo económico.